ES NAVIDAD

Por mucho que quieran, nadie podrá hurtarnos la Navidad, Dios con nosotros.

La gran venida que transformo la humanidad y que marca nuestro calendario, no podrá ser usurpada por personas incapaces de reconocer nuestra raíces cristianas y la fe de un pueblo que de forma abrumadora se declara católico.

Estos personajes son tan pobres de ideas, que se creen capaces de cambiar nuestras creencias, nuestra tradiciones, nuestra forma de ser y sentir.

Son en parte fruto de una sociedad preocupada por lo superficial y engañada por unos medios de comunicación tan incultos e irresponsables como los propios políticos que son incapaces de nombrar la palabra NAVIDAD.

La historia guardará un lugar entre lo “esperpéntico” e “inmoral” a personas que no son capaces de respetar nuestras tradiciones y creencias y sin embargo felicitan a otros que representan un mínima parte de la sociedad.

La postura de lo absurdo, realizada desde lo absurdo, como en el parlamento Europeo donde no se ha dejado instalar un Belén para no molestar a otras sensibilidades. Pobre Europa, que tiene vergüenza de reivindicar sus historia y sus raíces.