OTRAS FORMAS DE CORRUPCIÓN NO PENADAS

España vive una autentica emergencia social, sanitaria y política y una gran parte de los medios de comunicación están más pendientes de la Audiencia Nacional, donde se juzga un asunto de presunta corrupción ocurrido hace mas de nueve años.

No es que se deba quitar importancia al asunto judicial del llamado caso Bárcenas y el que se deba buscar la verdad siempre, todo lo contrario, pero es obvio que demasiados medios de comunicación parece querer entretener al personal con este asunto y así no se habla de la situación económica y social de España, de la colas del hambre, del número de parados, de la gestión sanitaria, de las mentiras políticas y del porqué se quiere arruinar con medidas extremas al sector de la hostelería.

En absoluto se debe de tratar de “tapar” supuestas ilegalidades o irregularidades, necesitamos buenos ejemplos y una sociedad que vea que la justicia funciona, aunque ya vemos que con causas que se eternizan y tanto tiempo por medio, no parezca muy “ejemplar”.

Pero debiéramos de darnos cuenta que también es otra forma de corrupción política aunque no este penada, el “despilfarrar” el dinero público en cargos y cargos de confianza o en “chiringuitos” que casi nada aportan o en dimensionar las estructuras aumentando el gasto público en cuestiones poco o nada productivas.

El mero hecho de que tenga un respaldo legal, no hace que moralmente sea una forma de “corrupción”, una “corrupción” que no tiene sanción o condena en nuestra leyes, pero que debiéramos igualmente condenar al menos en las urnas.       

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