VÍCTIMAS DE MEDIDAS EXTREMAS

No querer reconocer que salud y economía deben de ir de la mano a la hora de ser abordada una crisis como la creada por el COVID-19, tiene como consecuencia, más paro, miseria, desesperación y daños incalculables de todo tipo, a medio plazo.

Es obligación de un gobierno, tratar de ponderar continuamente ventajas e inconvenientes de la medidas que toma.

La telemedicina impuesta en los ambulatorios es algo muy peligroso que no colabora en nada a controlar los casos que puedan surgir y sobre todo la atención correcta a otros padecimientos.

El cierre de la hostelería y de las regiones no ha solucionado nada, de hecho, España tiene uno de los peores datos en un número de fallecimientos a pesar de tantos cierres y tanta ruina.

A medio plazo, la falta de ingresos por parte del Estado debido a las drásticas decisiones tomadas, acabaran pasando factura a la hora de mejorar nuestro maltrecho sistema sanitario.

No hay sanidad, sin economía y sin ingresos y quien no entienda esta cuestión nos lleva a la ruina y a una situación de deuda en el país insostenible.

España, con 44.436 parado más en febrero, supera los cuatro millones de personas sin empleo y 900.000 en Ertes y nuestra deuda supera el 117 por ciento del PIB.

Todas estas personas son víctimas de medidas excesivas, sobre todo desde hace medio año, son víctimas de decisiones tomadas por políticos y funcionarios con el salario garantizado, así es imposible entender lo que esta pasando y mucho menos ser ponderado e inteligente en las decisiones.

Sean ustedes sensatos, levanten los confinamientos, levanten las supresiones, mejores el sistema de salud y la vigilancia y sobre todo potencien una medicina preventiva, de lo contrario, la historia estoy seguro les juzgara muy duramente.