El Gobierno de España, con la brillante colaboración de la mayoría de los Gobiernos Autonómicos pretende que nadie se mueva en Semana Santa.
Por supuesto, ni procesiones ni nada, todos a parar como si lo hubiera mandado el Comandante, en un absurdo total, después de exagerar diariamente una pandemia para tenernos atemorizados.
Dice la señora Ministra de Sanidad que es para salvar vidas, cuando España bate todos los records en número de fallecidos por cien mil habitantes.
El mismo Gobierno y las mismas Comunidades que dejaron casi solos a los ancianos en las residencias con una mortalidad que se hubiera evitado si se hubieran destinados medios para socorrer a los ancianos, son los que ahora con unos datos que nada tienen que ver, quieren encerrarnos y quitarnos nuestros derechos de movilidad.
No hay un estudio que avale que los confinamientos sirvan para algo como ha demostrado la Universidad de Stanford, pero da igual hay que justificar todo este disparate.
Preocúpense de investigar los motivos de las neumonías bilaterales y de atender como es debido en los Ambulatorios evitando la telemedicina, y no olvidándose de un atención personal y directa como merecemos todos los españoles.
Se debiera solicitar que el salario de siete días fuera retenido a los políticos y funcionarios que toman decisiones tan desastrosas. Por lo menos mostrarían estar convencidos de lo que hacen, aunque sabemos que saben muy poco o casi nada y sólo dan “palos de ciego” para justificar su incompetencia.