TENER CUIDADO CON LA LEGALIDAD

La actitud casi “pre bélica” de Pablo Iglesia con insultos y descalificaciones más parecen de principios del siglo pasado que del siglo XXI.

Este personaje que llego al poder tras darle cancha los medios cuando no era nada ni nadie políticamente hablando, es una persona que confunde la política con un juego, un juego, que sale caro a los españoles, pero que le permite vivir muy bien.

En una sociedad madura y con unos medios de comunicación distintos este señor no hubiera llegado a ningún sitio políticamente hablando, pero estamos en España y aquí somos capaces de lo mejor y también de lo peor.

Creo que cuanto más insulte en la próxima campaña electoral menos votos sacará, pero si hará daño a la democracia y a la convivencia y debieran estar los poderes judiciales atentos para evitar que se desborde la legalidad mediante el insulto y la coacción.

La democracia es un instrumento muy frágil y con personas que no creen en el sistema pero utilizan el mismo para otros intereses habrá que tener cuidado.

Romper la convivencia por egoísmos propios es un síntoma de irresponsabilidad y diría que hasta de maldad.