Por el Dr Luis de Benito Benito de su BLOG
Algo falla en una sociedad en la que la gente teme dar su opinión para no ganarse enemistades. O para evitar sanciones. No dejar opinar, impedir el derecho a la disidencia, considerar que un modo de pensar alternativo al oficial equivale a incitación al odio, son claros ejemplos de represión de un estado totalitario sobre el pueblo. Si las instituciones científicas, políticas, religiosas, educativas, profesionales, económicas, si las redes sociales o los medios de comunicación mantienen un pensamiento único que impide o censura la libertad de expresión, el pueblo debe saber que vive bajo un régimen que no gusta de ser llamado dictadura pero… búsquele usted otro nombre. Acaso sea un Estado que, bajo el imperio del miedo, conduce a la opinión pública hacia un transhumanismo que lleva implícita la destrucción del ser humano como hasta ahora se conocía, dando paso a una nueva criatura que ha renunciado a su libertad en pro de la seguridad.
Es la hora de que el pueblo, mientras todavía es libre de poder manifestarse, reclame un debate científico, tan científico como pacífico, sobre la situación de miedo pandémico que las autoridades han aprovechado para intervenir en la vida cívica de los ciudadanos. Por ello se entiende la necesidad y urgencia con la que las iniciativas ciudadanas convocan a todo el mundo para manifestarse en diferentes lugares pidiendo ese debate. En Madrid se convoca mañana 15 de mayo, fiesta del patrón de la ciudad, frente al Ministerio de Sanidad y Consumo en el Paseo del Prado a partir de las 16 horas. Allí hemos de estar porque es posible que si no vamos ahora, más adelante no nos dejen, con la excusa de que reivindicar libertades sea apología del terrorismo o incitación al odio.
En los “Episodios nacionales” dejó escrito Benito Pérez Galdós una frase emblemática que figuraba en los antiguos billetes de mil pesetas: “Y entre los muertos habrá siempre una lengua viva para decir que Zaragoza no se rinde”. Hoy esta lengua vuelve a salir a las calles.
PS: Magna est vis veritatis et praevalebit, frase que me sugiere como colofón Jordi Morillas y que ya citaron otros antes como Jung, Schopenhauer,… el derecho romano y hasta viene prefigurada en 1 Esdras 4, 41.