PERSECUCIÓN RELIGIOSA: ATENTADO A LA DIGNIDAD HUMANA

Según ha recogido en su edición digital FOX NEWS, miles de clérigos de Canadá, han dedicado sus sermones del pasado domingo a afirmar la moralidad sexual bíblica en respuesta a una nueva ley canadiense que podría criminalizar efectivamente tales enseñanzas.

En realidad, lo que ocurre en Canadá, es un paso más en proceso de coartar libertades fundamentales del individuo y sus propios valores, un camino hacía la dictadura social que luego llevará a la política y que a través de poderes globalistas tratan de controlar todo proceso de desarrollo humano.

Más cuatro mil pastores cristianos, se solidarizaron en Estados Unidos contra esta ley canadiense.

La controvertida ley, que entró en vigor el pasado 8 de enero, después de ser aprobada sin apenas debate y por la vía rápida en el Parlamento de Canadá, describe como “un mito” la creencia de que la heterosexualidad y la identidad de género son preferibles.

Varios pastores, que recientemente mantuvieron sus iglesias abiertas, desafiando las duras restricciones de Canadá y que por ello fueron detenidos y encarcelados, explicaron a la cadena FOX NEWS que creen que el alcance de la nueva ley podría abrir la puerta a la persecución religiosa.

Este proceso, muy peligroso e increíble hace unos pocos años, es un proceso global, en el que se está probando, hasta que punto se pueden ir cercenando libertades fundamentales.

La sociedad, esta siendo sometida a un proceso que roza actitudes “criminales”, pues atentan contra derechos fundamentales básicos.

En realidad se pretende convertir al ser humano, es una especie de objeto o pieza; sin dignidad ni autonomía.

En este sentido en el capitulo I Doctrina Social y Principio Personalista, recoge en el epígrafe 107 lo siguiente: El hombre, comprendido en su realidad histórica concreta, representa el corazón y el alma de la enseñanza social católica. Toda la doctrina social se desarrolla en efecto, a partir del principio que afirma la inviolable dignidad de la persona humana.

El mensaje fundamental de la Sagrada Escritura anuncia que la persona humana es criatura de Dios y especifica el elemento que la caracteriza y distingue en su ser a imagen de Dios.

El proceso de control de las ideas y de la propia libertad del ser humano, se dirige a algo fundamental en nuestros corazones, como es la propia transcendencia y la propia integridad física y moral del ser humano, que como vemos en esta pandemia se esta coartando también, en medio de una sociedad “atolondrada” y desinformada. Gravísimo.