El estado de derecho, una de las características principales de la vieja Europa y de la UE, parece que quieren “liquidarle” sin decirlo, a través de los hechos y de las imposiciones totalmente increíbles hace pocos años.
Lo hemos visto lo que el famoso pasaporte COVID, una perversión moral y una gran mentira, que no ha servido nada más que para dividir y para intentar el control de la sociedad, algo a todas luces como han demostrado diferentes estudios inoperante y pernicioso.
Ahora, tenemos otro ejemplo: la incautación “por las bravas” del patrimonio de los llamados oligarcas rusos, que sin capacidad de reacción ven incautados sus patrimonios.
El colmo del cinismo y la desvergüenza de los países de la UE, es que estos señores fueron tentados continuamente a que vinieran a occidente y se les facilito de todo, para que aquí se quedaran y nadie les pregunto como había obtenido sus capitales, ni nadie se paro a mirar su procedencia.
Una gran parte de los oligarcas rusos, han hecho sus negocios de forma rápida con la caída de la antigua URRS y las sospechas sobre tantas riquezas eran y son obvias, entonces y ahora.
Pero en Europa, creo que todavía vivimos en un estado de derecho y a nadie, nos guste o no, se le puede quitar su patrimonio sin la actuación de los tribunales y con causas muy justificadas y después de un largo proceso que por supuesto debe de ser razonado.
La UE y sus estado miembros, están sobreactuando, en un alarde de incompetencia que roza la ilegalidad, sino la supera claramente.
Hoy lo hacen con los oligarcas, mañana lo pueden hacer con el resto de los ciudadanos, porque han visto que no tiene consecuencias el saltarse el estado de derecho, ese estado de derecho que les avala a ellos.
Estamos en un tobogán muy peligroso hacia el autoritarismo, debe de ser que les gusta el modelo Putin.