“EL TREN ELÉCTRICO DE CANTABRIA”

Cuando era niño, me pase varios años pidiendo a los Reyes Magos, que me trajeran un tren eléctrico.

Finalmente y después de muchas cartas y de esperar varios años, los Reyes Magos en un acto de generosidad, me regalaron el dichoso tren eléctrico.

En Cantabria, con nuestro dirigentes sucede lo mismo, sólo que no de manera ingenua.

Empezamos, con uno de las mayores injusticias y uno de los mayores derroches económicos fallidos, me refiero al Santander-Mediterráneo, aún tengo en la retina, una de las mayores manifestaciones realizadas en la capital santanderina de todos los tiempos, reivindicando la finalización del proyecto, todo fue en vano, túneles finalizados, estaciones construidas, explanaciones terminadas, pero los intereses de nuestros vecinos del este, influyeron tanto que paralizaron unas obras que hubieran sido fundamentales para nuestra tierra.

Después, con el paso del tiempo, recordamos el ridículo del ternero que se preparo en la época en la que era Ministro de Fomento, José Blanco, eso fue en Monzón de Campos, unas dos mil personas se congregaron en torno a una mesa para degustar un ternero y reivindicar el AVE a Cantabria, que en todo un “record”, pocos meses antes, el 12 de agosto de 2010, José Blanco y Miguel Ángel Revilla, habían rubricado solemnemente y decían los titulares de prensa: “El AVE, llegará a Cantabria en el 2.015”.

Y ahora, queremos cambiar de tren eléctrico, porque ya somos mayores y queremos un tren a Bilbao, un tren a lo desconocido, cuando nuestro clientes potenciales están en Castilla y León y Madrid y dejando en la estacada a Galicia, Asturias y Castilla y León con su Corredor Cantábrico.

Nuestro avance potencial, desde el punto de vista logístico para el puerto de Santander, estaría en el valle del Ebro y el Mediterráneo, sin embargo, siguen empeñados en pasar por Bilbao, debe de ser que para beneficiar el puerto de Bilbao.

La historia del tren eléctrico tiene protagonistas, pero los actores principales somos los ciudadanos de una tierra que se deja engañar continuamente y de una sociedad civil, organizaciones empresariales y sindicales incluidas incapaces de enfrentarse al poder y oponerse a tanto engaño.

¿Cuál será el próximo tren eléctrico?.