“MUY MALA PINTA”

Desde el máximo respeto a la presunción de inocencia de todas las personas y empresas, las presuntas graves irregularidades e ilegalidades en la Consejería de Obras Públicas, dan la sensación cada vez mayor, de ser una forma de corrupción sistémica, a tenor de lo que revela El Diario Montañés, en sus páginas de la presunta implicación de otras empresas cuyos delitos ya han prescrito por ser antiguas, y un dato muy determinante: las supuestas ilegalidades tuvieron parece ser, una tregua durante el tiempo que el PP, estuvo dirigiendo dicha Consejería.

No se puede poner puertas al campo y esconder las graves responsabilidades políticas, máxime cuando la exigencia con otras formaciones, han sido máxima y en algunos casos, hasta despiadada.

Ya sabemos que el refranero popular es muy sabio: “consejos doy que para mi no tengo” o como recoge el Evangelio: “Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso; no juzguéis y no seréis juzgados; perdonad, y seréis perdonados”.

Desde luego, debemos de ser respetuosos y compasivos desde el punto de vista humano, con las personas que han podido obrar mal como parece, otra cuestión, es la responsabilidad política, máxime, en un momento, en el que la mayoría de los ciudadanos, tienen dificultades para llegar a fin de mes y se encuentran con informaciones, que aunque puedan estar sacadas de contexto, dan una sensación de frivolidad y falta de respeto a los habitantes de está tierra, absoluta.

Ante la falta de explicaciones convincentes, nadie debería extrañarse de, que se pueda pensar de todo, lo que tampoco debiera ser óbice, para que los medios en la necesaria labor informativa, seamos prudentes y respetuosos con la presunción de inocencia, eso si, buscando la verdad y el bien y pidiendo coherencia y sobre todo certidumbre, porque estamos muy cansados de tantas mentiras.

La verdad nos hace libres, la mentirá nos destruye.