“Homo homini lupus” (el hombre es un lobo para el hombre).
Las cuarentenas, los confinamientos, la exageración sobre la pandemia del Covid-19, esta creando miedo y hasta persecución para el disidente.
El ser humano, es un ser social, que necesita de la relación con sus semejantes, que necesita gozar de la naturaleza y que necesita horizontes.
Los dirigentes políticos mundiales, no todos, con la ayuda de poderes fácticos, están empeñados en asustar, engañar y así dominar a la sociedad.
El covid-19, ha sido utilizado de forma sesgada para confinarnos, desinformar y causar miedo y en algunos casos terror, en personas que no tienen más acceso a la información que algunas televisiones.
No lo digo yo, lo dice un Premio Nobel como Michael Levitt :” los confinamientos no salvan vidas y crean otros graves problemas”.
Entre un Premio Nobel, Profesor en Stanford y el Doctor Simón, yo creo al Premio Nobel y creo por ejemplo a la Profesora de la Universidad de Dublín, Dolores Canhill.
El problema es que la inmensa mayoría de los ciudadanos no tienen conocimiento de esta opiniones, porque la mayoría de los medios ocultan opiniones diferentes sobre el Covid-19 y las formas de abordar toda la grave problemática.
Estoy convencido que la historia juzgará como un grave error, el haber causado con los aislamientos, una pandemia aún peor como es la pobreza y la miseria en millones de personas que por la quiebra de empresas no tienen donde trabajar, además de otras muchas enfermedades de carácter psíquico.
Un grave error que se deberá juzgar, y que únicamente parece tener la solución de la vacuna.
Las vacunas han sido importantes en la salud, pero hay también tratamientos exitosos, investigaciones en marcha que parece se ocultan, sólo parece interesar la vacuna en vez de dar una información veraz para potenciar las defensas de nuestro organismo, con vitaminas y una alimentación sana.
Estamos ante una información no contrastada con otras opiniones, además de sensacionalista y el oportunismo de intereses ocultos para otros objetivos que se nos escapan.
No se crean todo, consulten, pregunten a personas sensatas.
Hagan cualquier cosa menos “tragarse” todas la informaciones de algunas televisiones y medios sin contrastar con información de otros países y de expertos que al menos abran el debate.