Ha muerto Arturo Fernández, sin lugar a dudas, uno de los mejores actores de la escena española en los últimos setenta años.
Parecía que por él no pasaba el tiempo, Arturo Fernández, se mantuvo activo hasta hace apenas tres meses con su última representación triunfadora “Alta Seducción”, primero, unos dolores en la espalda y posteriormente problemas estomacales hicieron que tuviera que suspender las representaciones en Madrid.
Asiduo de Santander, del Teatro Pereda, Gran Cinema y en los últimos años del Centro Cultural de Caja Cantabria, donde estuvo el pasado año en Talía;
Arturo Fernández, fue un actor hecho así mismo y fue siempre un hombre libre que dijo siempre lo que pensaba, en contra de las corrientes políticamente correctas imperantes, sobre todo en los últimos años en España.
En mi modesta opinión, tardara la escena española en tener un actor con la capacidad de apropiarse tanto del personaje que representaba y de hacer disfrutar tanto al público.
Aunque también represento obras clásicas, la comedia era su especialidad, siendo en los años sesenta y setenta muy activo en la producción cinematográfica.
Arturo Fernández, pasaba de las subvenciones oficiales y eso le hacia ser un hombre más libre, que se permitía decir lo que otros callan.
Nada será igual en la escena española, siento nostalgia y pena porque nos ha dejado un ser irrepetible de un talento prodigioso y capaz de hacernos reír y disfrutar en sus representaciones.
Ya no escucharemos con tanta gracia “Chatína” con su elegancia insuperable, sus trajes a medida, sus camisas con gemelos, su puesta en escena; se me humedecen los ojos, porque cuando mueren personas que han supuesto tanto en nuestras vidas, aunque sea a distancia, se muere un parte de nosotros. Descanse en paz este gigante de la escena, un ser extraordinario.