Hay que parar la guerra, hay que parar la atrocidad, que están viviendo millones seres humanos indefensos, sin culpa de nada.
Los países de occidente, deben de mostrar tener valores humanos superiores y negociar hasta la extenuación.
Ya sabemos que se ha producido, una invasión incalificable e inhumana, pero todos tenemos en mayor o menor grado algo de culpa, no se trata de equiparar al invasor con los invadidos, en absoluto, se trata de parar esta atrocidad.
Es obvio que Rusia, saldrá de está guerra marcada por tener un presidente sin entrañas, ni corazón, pero los países europeos, tampoco podremos evitar el tener que hacer un examen de conciencia profundo como sociedad.
Está guerra, es fruto de la ambición el poder y la mentira de esta sociedad sin valores, repitiendo una y otra vez la historia del ser humano, que lejos de ser mejor no lo es.
Paren la guerra, por favor no utilicen, ni las muertes, ni el dolor para sacar provecho alguno, ni para hacer planteamientos económicos para que algunos se sigan enriqueciendo.
En esta hora, los creyentes con la oración debemos de persistir en pedir por la paz y por las personas heridas y desplazadas.
Hay que presionar para que la negociación entre los contendientes se acelere, no se puede perder ni un minuto en dialogar por un entendimiento que sea a futuro bálsamo de seguridad y de paz.
Ni un minuto más: ¡Paren la guerra!.