El Consejero Delegado de PFIZER, Alberta Bourla, ha realizado unas declaraciones a un canal de televisión norteamericano, que les voy a reproducir textualmente, y que una vez escuchadas, debieran de ser suficiente para parar el proceso de vacunación contra el COVID-19 con la tecnología ARN.
De sus declaraciones, se puede perfectamente sacar conclusión que había otros productos, vacunas más experimentadas que la ARN mensajero que fue la que se ha utilizado y que tantos problemas ha generado y tan poca protección ha dado y que el relato oficial oculta, como si fuera un dogma.
Decía el CEO de Pfizer, Albert Bourla, lo siguiente textualmente sobre la elección del tipo de vacuna: “Fue contraintuitivo porque PFIZER, tenía acumulada o digamos teníamos muy buena experiencia con múltiples tecnologías aunque pudieran dar una vacuna de adenovirus, pero también algunas otras vacunas, nosotros éramos muy buenos en hacerlas. Vacunas basadas en proteínas, éramos muy buenos en hacerlas y además otras muchas tecnologías.
De ARN, era la tecnología con la que teníamos menos experiencia, solamente dos años trabajando con esto. Y en realidad la tecnología ARN era una que nunca había dado ni un solo producto hasta ese día. Ni vacuna, ni ningún otro medicamento.
Entonces, fue muy contraintuitivo y yo estaba sorprendido, cuando me dijeron que este era el camino a seguir. Y yo lo cuestione…..y les pedí que me justificaran como es que podían decir algo como eso. Pero vinieron y estaban muy convencidos que este era el camino correcto a seguir. Sentían que los dos años de trabajo en la tecnología ARN desde el 2018 en conjunto con Biotech, para desarrollar una vacuna para la Influenza los hizo creer que la tecnología era madura. Así que me convencieron . Yo…..yo seguí mi instinto de que ellos saben lo que estaban diciendo, ellos son muy buenos y tomamos esta muy difícil decisión respecto a eso”.
Después de leer esta declaraciones, cualquier mente crítica puede sacar sus propias consecuencias.