Ahora, los dirigentes de Europa y Estados Unidos, nos hablan de problemas de suministro de alimentos para un inmediato futuro y de una crisis alimentaria en los países más pobres de proporciones desconocidas.
Estos personajes, en el caso de la UE, son los mismos que llevan años, dando ayudas en algunos países a los agricultores, para que dejen en barbecho los cultivos tradicionales y mientras importar de otros países.
Estos personajes, son también los mismos, que ante la gran crisis energética que vivimos, están empeñados en realizar de forma rápida lo que llaman transición a las llamadas energías verdes, creando así una subida de precios y parando la industria del automóvil que ante la incertidumbre se tambalea.
El “catecismo” ideológico de unos pocos muy poderosos, nos lleva a pobreza y a la desaparición de la clase media, en beneficio de unos pocos que se están convirtiendo en señores feudales.
Sin embargo, no hay que perder la esperanza, porque ya hay voces, insospechadas como la del Canciller de Alemania, que dicen que se está trivializando la llamada crisis del clima y ha arremetido duramente contra el ecologismo a ultranza.
Una cosa es preservar el medio ambiente y otra muy distinta, es mentir y exagerar, para cambiar el modelo económico que beneficie a unas élites que mienten más que hablan.
El Foro de Davos, una organización privada e influyente, no pretende mejorar la vida de los habitantes de este mundo, sino el poder y el enriquecimiento, a través de un nuevo orden social, en la que los que unas élites sin escrúpulo, nos quieren embaucar.