Los confinamientos que se vivieron en muchos países durante la pandemia del COVID, no sólo fueron ilegales, como en España dicto el Tribunal Constitucional, sino que fueron una aberración científica, una acto, de graves consecuencias que todavía estamos pagando en nuestra salud, en forma de depresiones, aumento del número de suicidios y las gravísimas consecuencias de parar la economía que ha empobrecido y endeudado a los países hasta límites nunca vistos.
Por todo ello, los dirigentes de medio mundo debieran pedir perdón y ser sometidos a los tribunales de justicia, así como a la propia OMS, responsable de recomendar medidas que precisamente la declaración de científicos de Great Barringthon desaconsejo de forma concluyente, y se elimino su conocimiento a la población en los grandes medios, en un acto incalificable de censura.
Ahora, los mismo medios de comunicación y periodistas que no han pedido perdón de nada y de sus grandes responsabilidades, se rasgan las vestiduras comentando,, la tragedia social que viven los chinos, las revueltas y el aumento brutal de suicidios.
Ahora, quieren olvidarse de lo que dijeron del Covid cero, pidiéndolo para España, pidiendo inclusive la persecución de los no vacunados, algo que vulnera los derechos humanos.
Ahora, no responden de nada, ni del aumento de muertes en medio mundo, ni de su mentiras y persecuciones a cualquier disidencia comportándose totalitariamente.
Lo de China, no me extraña, lo que ocurrió en Europa, que presumía ser la cuna de las libertades me pareció un mal sueño y un intento de control totalitario. No lo olvidemos nunca.