Que la moción de censura del señor Tamames, tenga consecuencias electorales positivas par el señor Sánchez, es una leyenda que está extendiéndose a derecha e izquierda por parte de las terminales mediáticas de Moncloa y Génova 13 aunque por diferentes motivos lógicamente.
El “mantra”, de que las mociones de censura hay que presentarlas cuando hay posibilidades matemáticas de contar con apoyos, es algo absurdo, porque utilizando el mismo criterio la oposición, nunca presentaría ninguna propuesta de leyes ni enmiendas, porque tampoco cuenta con apoyos; por lo tanto, la disculpa tiene otro objetivo: evitar que alguien ajeno a la política activa, diga desde la tribuna del Congreso de los Diputados, lo que piensan millones de españoles sobre la situación económica, social y legislativa que vivimos.
Una exposición si ataduras y libre, puede dejar las costuras de políticos anclados en sus “latiguillos” y su partidismo e interés.
La intervención de Ramón Tamames, puede dejar también al descubierto, las grandes carencias, de una clase política mal preparada y con ataduras de todo tipo.
Es vergonzoso, como se han atrevido incluso en tertulias a criticar a D. Ramón Tamames por su edad, los mismos que callan ante Joe Biden, que además de su edad no esta en condiciones mentales para tan alto cargo, también he llegado a escuchar en tertulias, que dado que el señor Tamames no oye muy bien, que su aparato para mejorar la audición puede acoplarse con los micrófonos, en definitiva, no tienen vergüenza.
La intervención de Ramón Tamames, puede ser positiva o negativa y no lo podemos saber hasta que se produzca, por lo tanto, un poco de respeto a una persona con prestigio y conocimiento en materia económica y un poco de respeto a los ciudadanos, aunque los “gurús” de Génova 13 y de la Moncloa, puedan dar instrucciones en sentido contrario.
El descredito de la tertulias, casi todas, es clamoroso.