“La ciencia no se hace por consenso”. La cumbre del clima propiciada por la ONU en Dubái, esta siendo un fracaso por su falta de credibilidad, porque la mayoría de los que allí se han reunido son dirigentes políticos, financieros y de empresas del gas y del petróleo o implicadas en la llamadas energías verdes.
En realidad, la reunión ha sido un escándalo, porque los dirigentes que allí han viajado no creen lo que dicen defender, son incoherentes y niegan la palabra a los que les lleven la contraria.
Así por ejemplo, el Rey de Inglaterra, viajó a Dubái en un avión privado, su Primer Ministro en otro avión privado y el Ministro de Exteriores, en otro jet.
En España, el señor Sánchez movilizó el Airbus 300, el Falcón, me supongo como avión de apoyo y un helicóptero para trasladarse desde la Moncloa a Torrejón.
Varios cientos de aviones privados, han utilizado los participantes, que colapsaron casi el parking del aeropuerto de Dubái .
Es obvio, que si estos señores se creyeran lo que dicen defender, su comportamiento personal sería distinto, ellos saben de sobra, que la incidencia del ser humano en el cambio del clima es pequeño y que son otras causas naturales, como la acción del sol, los volcanes y otras realmente desconocidas, las que afectan de verdad al planeta, lo que no significa en modo alguno, que el cuidado del mismo no sea conveniente, pero dentro de las posibilidades.
Entre la credibilidad de los señores que se reunieron en Dubái estos días, y un Premio Nobel, de Física como John Clauster, doy mucho más credibilidad, a un sabio en la materia, que ha dicho con motivo de está cumbre de manera radical: ”por mucho que pueda molestar a mucha gente, mi mensaje es que el planeta no corre peligro”.
Evidentemente, sus declaraciones han causado mucho revuelo, porque hay mucho negocio por medio y muchos científicos ayudados por la ONU y otros estamentos.
El clima terrestre, ha tenido millones de años de evolución, con etapas más frías y etapas más calurosas y con grandes catástrofes a través de millones de años.
Se quiere utilizar el clima como una nueva religión, para controlar e ir por delante en inversiones particulares y negocios de sólo unos pocos.
Cuidar el planeta, es tarea de todos, pero no a costa de la pobreza de millones de personas sin razón alguna.