Autor: Gervasio Portilla

Es cuestión fundamental en el cumplimiento de normas y leyes, que las personas que tenemos que cumplirlas, tengamos entendimiento de su utilidad, sean justas y claras.

Casi nada de esto ocurre con algunas normas, no en todas, sobre la prevención del Covid-19.

No entiendo, porque se toma la decisión que en plena calle sin nadie cerca se obligue a llevar la mascarilla, por supuesto, tampoco tiene sentido que se obligue en algunas Comunidades a llevar mascarilla en una playa, algo que insulta el sentido común.

No tiene explicación médica, que una terraza pueda estar abierta hasta las doce de la noche y no dos horas después.

No tiene sentido confinar a personas sanas y cerrar pueblos enteros.

Sin embargo, si se entiende y es lógico que se obligue, el uso de la mascarilla en un lugar cerrado, en un centro oficial, en un hospital, en una gran concentración de personas tanto dentro como fuera y en los transportes públicos.

España, ha sido el país de más confinamientos, más normas y el de peores resultados, algo inexplicable.

En España, se oculta cualquier declaración contraria a los dirigentes sobre la pandemia y por supuesto, se oculta lo que realmente ocurre en otros países.

España, ha cosechado un gran fracaso político social y médico en el tratamiento de la pandemia y no se quiere reconocer a derecha e izquierda.

Estamos entrando en una especie de “talibanismo” científico, quién tenga la osadía de decir que no está de acuerdo con algunas normas, es automáticamente declarado “negacionista” e insolidario.    

Esta naciendo un sociedad dirigida e incapaz de disentir y de pensar por si mismo, dirigida por unos políticos que por lo general son fiel reflejo de una sociedad un tanto “desquiciada” y sin criterio propio.

Espero que los medios de comunicación no tengan la osadía de calificar de “negacionista” a una de unas de las eminencias mundiales de la cirugía plástica, me refiero al Doctor Pedro Cavadas, son de agradecer sus declaraciones, valientes sensatas y llenas de sentido común.

Pedro Cavadas, en unas declaraciones realizadas al Diario de León, ha dicho que el virus en referencia al Covi-19 tiene ahora más peligro por los daños económicos, que pueda tener por los sanitarios: “es más nocivo el resultado del mal manejo de las medidas para combatirlo que el virus en si mismo ya que es de baja mortalidad”.

El Doctor Cavadas, ha declarado que la “sanidad se paga con dinero y si destruyes el tejido económico, luego no tienes recursos sanitarios para combatir la enfermedad, por lo que en algún momento hay que priorizar uno de los dos”.

Además, puntualizó que “todo esto está pidiendo una auditoria en regla”, ya que cree que no es posible, que España, que no es el primer país en nada en el mundo, sea el primero en mortalidad, en casos y en repercusión económica”. Eso no puede ser casual.

Pedro Cavadas, también indico que hay que auditar lo ocurrido, por personas ajenas al Gobierno y tienen que se técnicos de verdad, que no tengan ningún peaje político ni económico que pagar, ya que eso prostituye completamente los resultados”.

Para finalizar el Doctor Cavadas, ha señalado que “no parece que vaya acabar esto muy bien” en referencia a la pandemia, para después puntualizar: “No ha sido el virus sino la respuesta lo que ha provocado un empobrecimiento en España”.  

 

Fidel Castro, dijo a los cubanos el 16 de febrero de 1.959: “Tengo la seguridad que en el curso de breves años, elevaremos el estándar de vida del cubano, superior al de Estados Unidos y Rusia”.

Sesenta años después, vemos que la renta per cápita de Cuba es de 8.821 dólares y la de Estados Unidos de 65.118, sobran, los comentarios.

Igual le sucede al señor Sánchez, su credibilidad es cercana al cero y lo que pronostica casi nunca se cumple.

Ayer lunes, en un discurso ante algunos empresarios del Ibex, Ministros, Ceoe y Sindicatos, no dijo absolutamente nada, porque nada es hablar en una situación como la actual de transición digital, transición ecológica y cohesión territorial, esto último un insulto al sentido común cuando se esta beneficiando al Pais Vasco y Cataluña en detrimento de otras regiones.

Le ha debido gustar, porque ahora lo dice en todas sus intervenciones, se lo ha dicho alguien al señor Presidente, la palabra resiléncia, una cursilada más del gabinete asesor.

Es decir cuando España, necesita un operación a “corazón abierto”, un presupuesto con base cero, reducir gastos improductivos, cargos, en una reforma del estado nos habla de cosas superficiales sin criterio alguno.

Cuando no se acaban de pagar los ERTES ni las ayudas básicas, nos sale con “pamplinas”.

Las señora y señores del Ibex, les debiera dar vergüenza prestarse a tanta cuestión superficial, claro, mientras ellos están pendientes del BOE, los autónomos y la pymes no sabe que hacer para sobrevivir. Una vergüenza en toda regla.

No se que dirán las señoras y señores del Ibex, dentro de unos meses.

 

 

Esta sociedad necesita urgentemente esperanza. Los cristianos, debemos de ser personas esperanzadas, transmitamos la alegría de vivir y un horizonte siempre mejor.

Pero actualmente la sociedad en su conjunto, vive hoy con demasiada carga de desesperanza, fruto del mal, en definitiva del pecado, de la mentira y del egoísmo.

Esta sociedad civil, necesita lideres mundiales ejemplares, limpios en su imagen pública y privada, personas capaces de liderar una forma distinta de ser y sentir.

La extensión del miedo a causa del Covi-19 es algo tenebroso y contraproducente para la sociedad en su conjunto.

El miedo, paraliza voluntades, paraliza las libertades y divide a las sociedades.

Los cristianos debemos de rechazar el miedo, de forma total, pues significa vivir sin esperanza, aunque tener miedo sea algo humano.

Una sociedad paralizada, es una sociedad sin herramientas para la critica y por lo tanto el riesgo de pensamiento único se extiende de forma tal que no hay colores intermedios, se produce la división total de la sociedad supuestamente entre lo que algunos califican políticamente correcto y lo incorrecto del que tiene valor para disentir.

El que tenga valor para disentir, se vera ante el “paredón” de la gran crítica y será tomado como alguien peligroso.

No nos dejemos manipular, veamos la vida con optimismo, pidamos la ayuda del Señor, para ser fuertes en convicciones y en valores.    

Todos los ciudadano estamos obligados a cumplir las leyes.

En el caso de las sanciones por incumplimiento o irresponsabilidad respecto al Covid-19 aún si cabe con más interés, porque estamos hablando de salud.

Sin embargo, tenemos casos como el Gobierno de Galicia, que creo se han pasado bastante en sus multas o sanciones, porque pueden llegar a los 120.000 euros de sanción, algo desproporcionado, es más, creo que es sobreactuar y meter miedo innecesariamente.

Repito, es lógico que haya multas, pero estas deben de ser racionales y proporcionadas.

Parece mentira, que un gobierno de centro derecho como el del señor Feijoo, dicte normas tan exageradas, da la sensación que casi todos los políticos, están como “pollos sin cabeza” dictando normas a “toda máquina”.

Debiéramos también los ciudadanos, poder multar a los políticos que mientan y que no informan bien y no dicen la verdad por cuestiones electorales, porque a este paso vamos camino de convertir nuestra democracia en “papel mojado”.

No se trata de que no haya normas y de que estas deban cumplirse, sino de buscar equilibrios y ser proporcionados.

No se dan cuenta que tanto sobreactuar, les quita credibilidad.

Parece que los dirigentes políticos de medio mundo, han perdido el rumbo.                

La mentira, la falta de verdad, en la vida pública y social está teniendo graves consecuencias de todo tipo en las relaciones humanas.

Cuando la mentira, parte del poder, la situación aún es más grave y tiene consecuencias aún más perniciosas.

Hasta hace unos años, en las democracias avanzadas, la mentira era considerada y todavía los es en algunos países, como motivo de dimisión o de cese fulminante en cualquier cargo de responsabilidad.

En España, todo lo contrario, el mentir no tiene una condena social y es un instrumento más del marketing político.

Sin embargo cuando llega una crisis como la que vivimos derivada del Covid-19, el mentir, el faltar a la verdad, tiene unas consecuencias letales, porque nadie cree a nadie, sobre alarmas, métodos y normas.

A ello contribuye la falta de dirigentes a nivel internacional y nacional con credibilidad desde el punto de vista científico y político.

Cuando el ciudadano es atosigado de normas que no se explican bien, o no se entienden y que son cambiantes, al final, toma decisiones erróneas porque el caudal de credibilidad de los que las dictan está muy mermado.

En este proceso estamos actualmente en España, estamos, pagando un alto tributo por la falta de credibilidad de los medios de comunicación, de los políticos y ahora hasta de algunos expertos, que también han dilapidado una parte de su prestigio y eso es muy grave y peligroso, porque la sociedad se queda a la deriva.

Todo ello es culpa de la falta de verdad y de respeto a la sociedad.  

 

La señora Colau, Alcaldesa de Barcelona, ha pedido al FC Barcelona que haga todo lo posible para que no se marche Messi.

Es decir, la marcha de Messi, es uno de los grandes problemas de la Ciudad Condal, una ciudad en crisis total, con comercios y empresas cerrando y el turismo desaparecido.

Esta señora de ideas más bien comunistas o bolivarianas, ahora es capitalista, quiere que el Barcelona siga pagando los cien millones de euros al jugador argentino, es decir que haga lo que sea, para que continúe.

Mientras, después de los grandes casos de corrupción ocurridos en Cataluña, los más grandes de España, al saber el famoso tres por ciento, el caso Palau, el caso de las ITV y podíamos seguir sumando, lo importante es quitar a don Juan Carlos las condecoraciones que la ciudad le entrego en su día.

Estamos rodeados de una forma de hacer política totalmente tóxica para la sociedad, sólo se procura desunir, crispar y crear mal ambiente por parte de unos personajes indocumentados incapaces de gestionar con atino y llenos de resentimientos e incoherencias.

Si la sociedad, se siente contenta que siga todo adelante, pronto Barcelona será noticia por lo que fue en su día, será todo en pasado.

Otro triunfo más de una sociedad manipulada y adormecida.

 

Los ciudadanos debemos de ser bien informados, sin sesgo ideológico o interés particular.

Los medios de comunicación de España están dedicando páginas y páginas y muchos minutos de radio y televisión al Covid-19.

En ningún país occidental se dedican tantas horas a hablar de este asunto.

Con datos en la mano, en nada se puede comparar, la gravedad de la situación en los meses de marzo y abril con la situación actual.

Me refiero al número de fallecidos, por poner un ejemplo el 21 de agosto se recogían 25 fallecimiento por Covid , en nada tiene que ver con los 929 muertos del 31 de marzo o los 781 del 8 de abril o los 617 del 15 de abril.

Dado que la situación afortunadamente nada tiene que ver, la pregunta es la siguiente: ¿Por qué tanta alarma ahora?.

Una sola vida humana, vale más que todo el oro del mundo, no tiene precio y por lo tanto es de lamentar la perdida de vidas humanas, sin embargo, también sería sensato hablar de que patologías previas tiene cada persona fallecida.

Los medios de comunicación españoles, dedican más tiempo al Covid19 que el resto de los medios occidentales, los informativos se han convertido en máquinas de “meter miedo” en casi su totalidad, hablando del número de casos, cuando el 70 por ciento son caso asintomáticos.

El sensacionalismo y el sesgo de casi todos los medios informativos, sería de análisis en las Facultades de Periodismo como un práctica a evitar.

En marzo, se nos ocultaban los féretros y se daban imágenes de ataúdes cargados en camiones del ejercito en Italia y en Estados Unidos, es decir, nos ocultaban la tremenda realidad que ocurría en España, nos invitaban a salir a las ocho de la tarde a aplaudir y nos daban imágenes de personas cantando desde los balcones, lo que no me parece mal, por supuesto, pero ahora, que el número de muertos es infinitamente menor nos dedican tiempo y tiempo, hablando del número de casos positivos, la mayoría por cierto asintomáticos.

¿A quién beneficia tanto alarmismo?        

 

 

 

Ya llegó el señor Sánchez de sus vacaciones palaciegas, con su tez morena, debido al tiempo, me supongo sentado, al pié de una piscina.

Hay que tener “cuajo” para que siendo Presidente del Gobierno y viviendo lo que estamos viviendo en España, se tome unas vacaciones tan ostentosas con gasto en Jet Falcón (coste de más de 120.000 euros) y en lugares privilegiados; no es que el descanso sea malo, creo que es necesario, pero dice mucho de su personalidad la falta de austeridad, de sencillez y de empatía con la gran mayoría de los españoles, que están preocupados.

Siendo esto un síntoma de lo que podemos esperar, con todo ello, es mucho más grave, la actitud de la inmensa mayoría e los medios de comunicación que callan y callan ante tanta falta de respeto al sufrimiento ajeno.

Se acaba el remdisivir, un medicamento al parecer importante en alguna de la terapias contra el Covid-19, nadie dice nada, nadie pide responsabilidades, silencio absoluto y vergonzoso y ¿si alguien fallece por falta del medicamento?.

Se retrasa al pago de el famosos ingreso mínimo vital, la gran medida del Gobierno, publicitada a “todo trapo”, sólo se ha pagado el diez por ciento de la peticiones, tampoco pasa nada.

A este paso, vamos derecho a un estado totalitario, sin critica alguna, pero intoxicados de mentiras, unas mentiras que se están volviendo contra la propia sociedad, porque las dudas de lo que dicen los gobernantes sobre la pandemia son cada vez mayores, es decir, de tanto mentir, todos acabamos con la cabeza llena de dudas, dudas, fomentadas por las incoherencias del poder, no sólo del Gobierno, sino también de todos los dirigentes de Comunidades Autónomas, que también andan con perdón, como “pollos sin cabeza”.

La situación de España, empieza a ser de análisis en el diván de un psiquiatra.

En verdad, hay que reconocer que esto es el “progresismo”, pero el progresismo para unos pocos, una gran “estafa” política, un cuento chino, lleno de frases vacías en una sociedad atolondrada.          

 

 

Mientras en España el ruido mediático está en otras cosas, en un pequeño archipiélago perdido en el Atlántico, Cabo Verde, se puede estar “ventilando”, nada menos que el esclarecimiento total de los supuestos métodos “mafiosos” del Gobierno de Venezuela para financiarse y para enriquecer a algunos de sus máximo dirigentes.

La más que posible extradición a Estado Unidos de Alex Saab, detenido en Cabo Verde durante una escala técnica de su Jet cuando viajaba a Irán y Rusia, puede desentrañar las sospechosas relaciones del régimen venezolano con muchos personajes conocidos de la vida pública venezolana pero también española.

El mero hecho de que un equipo de abogados español del despacho de Baltasar Garzón, se haya implicado con todas sus fuerzas en la labor de defensa, deja aún más dudas sobre este caso.

Cabo Verde, esta recibiendo continuas presiones de Venezuela y sus aliados para que no siga con el proceso, es de esperar que Estados Unidos evite tal cuestión, pues la información que puede suministrar Alex Saab, puede generar un “terremoto” político de grandes dimensiones.

Seguramente algunos a estas horas, no descansan tranquilos no sólo en Venezuela, sino en España, por la cantidad de datos, que pueda suministrar el supuesto “testaferro” de Maduro.