MEMÓRIA

 

Un pueblo que no tiene memoria, es un pueblo muerto socialmente.

Esto es lo que parece pretender el Gobierno de España, al no contabilizar bien los fallecidos por la pandemia del Covid 19.

El continuo “baile” de cifras, absolutamente inexplicable desde el más básico sentido común, sólo puede pretender tapar la gran tragedia que esta pandemia ha generado en España y que nos sitúa a la cabeza del mundo en fallecidos por millón de habitantes.

En una falta de escrúpulo digna de análisis, se quiere hacer creer que lo negro es blanco y lo blanco es negro.

Se falta a la verdad de forma continua y evidente, tomando a la ciudadanía como súbditos de un Gobierno, que parece esta dispuesto políticamente “a todo” por mantener el poder.

El daño que se esta haciendo a instituciones de todos, como la Guardia Civil, la Abogacía del Estado, la Fiscalía y otras, sólo se puede calificar de muy grave e irresponsable.

Los ciudadanos de bien, sean de la ideología que sea, debemos de reaccionar con la máxima moderación y responsabilidad, pero también debemos estar atentos, pues pueden estar poniéndose “en juego”, principios básicos que ya dábamos por asentados y firmes.

En el peor momento de la historia reciente, nos encontramos con un Ejecutivo que

que no es capaz de pedir perdón de sus errores, ni de enmendarlos, lo que cada vez le llevará a seguir en una espiral de “huida”, muy peligrosa para la convivencia y la concordia. Que el Señor nos proteja.    

UNA SOCIEDAD “TAMBALEANTE”

 

La falta de valores transcendentes, el egoísmo humano, la injusticia, la falta de respeto al diferente; están entre otras causas, junto con la mentira entre los males que acechan esta sociedad que se “tambalea” y se resiente en diferentes partes del mundo.

La violencia, por lo general viene motivada por distintos pecados del ser humano, como hemos podido conocer a través de la historia y en definitiva por la negación del bien.

Cuando los seres humanos, sólo miramos hacia lo material y no tenemos una estructura mental de valores, procedemos de manera animal, sin ningún tipo de freno y de cortapisa.

En realidad, en estas circunstancias se pone al máximo el instinto más primario del hombre y la mujer, que junto al relativismo, es una de las causas más importantes de generación de violencia en diferentes versiones, tanto física como verbal.

El relativismo al que me refiero, anida en todo ser, pero en la actualidad aún es mas preponderante por una falta de valores religiosos y éticos que al menos lo frenen y lo reconduzcan.

Así, la sociedad actual, en este estadio de cosas, sólo actúa por interés propio y se olvida de la justicia y de la verdad, adaptando la razón a su propio y único interés, sin darse cuenta del daño que puede generar.

La fe cristiana como tal, nos ayuda a la hora de discernir esta situación, aún dentro de nuestras carencias humanas, diríamos, que es el mejor andamiaje a la hora de detectar el bien y el mal en nuestro caminar diario.

Si esta sociedad, no recupera valores, nuestro futuro estará seriamente amenazado por las disputas, las guerra y la injusticia.      

CUANDO LA FALTA DE VERDAD ES UNA FORMA DE HACER POLÍTICA

 

Los dirigentes políticos del actual Gobierno, quieren vivir en la falta de verdad,  incluso en cuestiones tan graves y de tanto dolor como los fallecido por el Covid 19.

Los datos que al parecer, han trasladado las funerarias españolas por carta al Rey y a otras autoridades, recogen de 43.000 fallecido a causa de la pandemia, es decir unas doce mil más que los datos oficiales

Esta cifra incluso puede ser superior si se suman los fallecidos en los meses de Enero a Mayo del pasado año y se comparan con las mismas fechas del actual 2.020.

Por mucho que se repita una falta de verdad, no se cambia la realidad.

La realidad, es que España supera en fallecidos por millón de habitantes a los países de nuestro entorno, según los datos del Financial Times.

España, ha registrado hasta ahora 925 fallecido por millón de habitantes, Italia

778, Alemania 87,Reino Unido 888, Francia 375, Estados Unidos 215.

La gestión de la pandemia ha sido puesta como mal ejemplo a nivel internacional, perjudicando la imagen de España.

Estamos ante uno de los escándalos más graves de la democracia española, no por padecer la pandemia en si, algo inevitable, sino por su gestión y por la falta de verdad y humildad a la hora de informar a los españoles.

Una vez más, la falta de verdad, se une al sentimiento de abandono de tantas familias.

Ni el más mínimo atisbo de arrepentimiento, ni el más mínimo atisbo de empatía.

Pobre España.

LO MEJOR: UNA SOCIEDAD FUERTE

 

Mucho hablar de escudo social, mucho hablar de ERTES, pero la realidad, es que si no fuera por la sociedad civil compuesta por personas a título individual instituciones religiosas y asociaciones de diferente índole, en España se hubiera producido una catástrofe humanitaria de incalculables proporciones que habría añadir a la catástrofe de muertos y enfermos del Covid 19.

Por ello es lamentable y diría que escandaloso que los políticos del Gobierno salgan en televisión, a “sacar pecho” de su gestión.

Voy a poner un ejemplo: La Cocina Económica de las Hijas de la Caridad atiende diariamente a 207 familias a las que proporciona desayuno, comida y cena.

Por otro lado el economato atiende a otras 467 familias compuestas en total por 1,200 personas de los que 281 son niños a los que proporciona productos alimenticios para todo el mes.

Las generosidad de las gentes de Santander y Cantabria, con esta Institución como con otras como Cáritas , Banco de Alimentos, Parroquias es extraordinaria.

Por lo tanto, lo mismo que ocurrió con los respiradores, las mascarillas que fueron donadas por empresas y personas y que paliaron las carencias de una administración por lo general lenta y mal dirigida, ahora sucede los mismo con la alimentación, aunque salga el señor Iglesia y el señor Sánchez, hablando de escudo social y hablándonos de lo publico como la gran panacea.

La gran panacea, es una sociedad fuerte, unida y solidaria y no una administración

lenta y sin medios.

Si la sociedad civil no funciona y no trabaja, no se puede mantener una nación con dignidad, a no ser que lo que quieran es el empobrecimiento general de todos.

 

 

 

 

RESPETO SI,MIEDO NO

 

A partir del próximo día 3 de junio, se abre la movilidad total entre todas las regiones de Italia, según ha anunciado su Primer Ministro Giuseppe Conte.

Conte, ha dicho textualmente :”El bloqueo total no tiene ya sentido”, lo dice

añadiendo que el virus se ha debilitado.

Mientras en España, con un índice de contagios inferior, el Gobierno solicitará un nuevo estado de alarma , eso si “maquillado” por las exigencias del PNV y Ezquerra.

Creo que es necesario, diría que fundamental, pedir precaución distancia física y

obligación de la mascarilla, pero decretar un estado de alarma, aunque sea el último es algo así como “matar moscas a cañonazos”.

El Gobierno, que no tomo medidas a tiempo quiere ahora pasarse de frenada, generando por ello grandes perdidas para la economía y no aportando más seguridad a los ciudadanos.

Los ciudadanos, estamos cansados de tantas restricciones y de tanta improvisación

dando la sensación que el Gobierno tiene miedo a la libertad y esa duda para una parte de los ciudadanos cada vez es más evidente.

No se trata de perder el respeto a la “pandemia” ni mucho menos, todas las precauciones son necesarias, se trata de equilibrar las decisiones y no dar la sensación de que se aprovecha el estrado de alarma, para que los gobernantes estén más cómodos y eso no puede estar justificado.

Seamos respetuosos, en seguir las medidas exigidas, no bajemos la guardia, pero no nos dejemos tampoco atrapar por el miedo, en definitiva, busquemos el punto medio desde la responsabilidad, a no ser que los gobernantes de media Europa sean irresponsables y los únicos que siempre aciertan sean los españoles, aunque visto lo visto hasta ahora no ha sido así, más bien al contrario

RESPONSABILIDAD

Por circunstancias familiares que nada tenían que ver con los eventos celebrados, estuve en Madrid aquel domingo 8 de marzo de triste recuerdo para tantas personas y que fue clave en la expansión de la pandemia del coronavirus.

Madrid, en aquel soleado Domingo de marzo, estaba repleto de visitantes extranjeros, muchos franceses, como pude comprobar personalmente el la Plaza Mayor.

La líneas de Metro, registraban un importante movimiento de personas que regresaban del mitin de Vox y de los que acudían a la manifestación feminista por la tarde o al partido que se celebraba en el Wanda Metropolitano.; es más, me asaltó la duda al filo de las tres de la tarde viajando en Metro de la posibilidad de contagios, ante las noticias que llegaban de otros lugares.

Señores del Gobierno, claro fue una grave error permitir tantos eventos, claro que hubo contagios, todo, por el único interés de celebrar la manifestación feminista, en la que algunas decían que “el machismo generaba más muertos que el coronavirus”, que insulto a los que se contagiaron y a los que fallecieron y lo más grave, nadie ha pedido perdón, ni mucho menos ha dimitido.

Nunca se podrá tapar con medias verdades, algo tan obvio, tan evidente, por lo tanto, el Gobierno deberá asumir su responsabilidad ante la sociedad.

No puede ser, que en este país se “pudran” personas en prisión con años y años de condena por delitos económicos y supuestos engaños políticos, con posteriores consecuencias dramáticas no tengan repercusión penal alguna. Tampoco es de recibo, que se tenga que dimitir de cargos políticos por cuestiones banales y por asuntos realmente graves, no suceda nada.

No se trata de juzgar a nadie por anticipado, ni desear juicios sumarísimos, ni mucho menos buscar venganza, nunca lícita, pero si de que, la verdad pueda resplandecer y se respete la inteligencia ajena.

Por lo menos que se pida perdón con el corazón en la mano. Todo, menos la falta de empatía o el marketing calculado.

 

SITIADOS

 

 

 

El Gobierno esta sitiado, sitiado por una pandemia terrible en la que le ha faltado gestión, pero sobre todo por falta de empatía y humildad, esta sitiado, porque no tiene salvo algunas excepciones, personas preparadas y con experiencia en la gestión, sitiado, porque la radicalidad de algunos de sus miembros sólo puede llevarnos al desastre colectivo, sitiado, por ser víctima de sus propias mentiras.

En las actuales circunstancias el Gobierno, esta muy nervioso y en vez de tender puentes con la oposición los destruye, es una actuación un tanto irresponsable y poco inteligente que no nos llevará a ningún sitio bueno.

No puede ser que unos pocos, me refiero, al cuarto grupo de la Cámara en caída libre electoral, sea el que quiera imponer medidas que nunca han funcionado y lo que es peor estigmatizar a todo aquel que se oponga.

España, debe de sacudirse de esta pesadilla bolivariana y Pedro Sánchez, por su propia supervivencia política tendrá que hacer crisis de gobierno y buscar otros socios para encarar el futuro.

España, se está jugando su futuro, y por lo tanto no puede perder la credibilidad internacional, con cifras y datos demasiadas veces puestos en duda o rectificados

varias veces, o simplemente, falta de verdad de la que se han hecho eco importantes medios internacionales. Es muy difícil ganar la confianza como país y muy fácil perderla y España esta en serio riesgo de perder su credibilidad como país serio de la UE.

La imagen de España se deteriora por minutos debido a la presencia de radicales

en nuestro Gobierno, así de claro.      

 

 

 

POPULISMO Y DESARROLLO

 

Cuando se juega a la mentira y a la crispación, por parte de los gobernantes, al final se produce la catástrofe de los pueblos.

Los hemos visto a través de la historia, como la llegada al poder de personas sin preparación y llenas de demagogia y mentira acaban llevando a los pueblos al desastre y en algunos casos a la guerra.

La mayor pate de la clase dirigente de Cataluña, se ha dedicado en la última década a dividir a sembrar diferencias y a gastar en cargos públicos, sin una gestión profesional y racional, para tapar su corrupción; recordemos los innumerables casos de corrupción desde el tres por ciento al caso de las ITV.

El llamado “proceso”, ha sido un desastre para Cataluña y para el resto de España.

Sin embargo, el Gobierno de la Nación, en vez de contribuir a frenar tanta deriva y

desconcierto, se ha dedicado a pactar privilegios y más privilegios, por unos votos en el Congreso de los Diputados.  

El resultado de todo ello, es la marcha de empresas de Cataluña que ha culminado con la huida de Nissan de la Zona Franca. Nada menos que 3.000 empleos directos y más de 15.000 indirectos perdidos.

Todo ello es de sentir y lamentar por los trabajadores y por el entorno social que genera una fábrica de estas características, ojala, sirviera en medio del dolor, para que la sociedad se de cuenta de que las mentiras el “populismo” y la corrupción nos llevan al desastre.

Es la hora del pacto, del acuerdo, pero para ello hace falta renunciar al egoísmo particular y sobre todo renunciar a la mentira y a los mensajes que sólo “crispan” y no aportan nada bueno, aunque algunos pocos lo pretendan, porque su ideología obsoleta y desastrosa se lo impide.          

POR LO MENOS DAR GRACIAS

La sociedad civil, sobre todo las personas de bien a titulo privado o en organizaciones, han salvado a España, de un mayor desastre en la gestión de la pandemia del coronavirus.

Importantes empresas, que han adquirido respiradores, trajes, mascarillas haciendo grandes desembolsos, comunidades religiosas que fabricaban mascarillas y trajes de protección, lo mismo que cientos y cientos de particulares.

Si no hubiera sido por la sociedad civil, España habría colapsado.

Otro tanto, ocurre ahora, Parroquias, Carítas, Ongs, están surtiendo de alimentos a miles de personas que se han quedado sin ingresos, en muchos casos por retraso en el cobro de los ERTES que se debieran haber pagado hace meses.

Mientras gran parte de la sociedad civil da un magnifico ejemplo, el Gobierno hace todo lo contrario, no valora este trabajo y se dedica a gastar y gastar en altos cargos, sin dar una muestra de austeridad.

La subida prometida por el seño Marlaska, para la Policía y la Guardia Civil estaba aprobada hace dos años y hasta ahora se ha venido demorando y en el peor momento de liquidez y para tapar el cese del Coronel Pérez de los Cobos, anuncia su implementación. Es un insulto a la inteligencia y a la moral y ética de cualquier gobernante, estamos ante un Gobierno y siento decirlo “sin corazón” que nos toma

por indigentes intelectuales.

La sociedad con calma, orden y respeto, debe de ser consciente de esta deriva sumamente peligrosa para el sistema democrático.

“MAQUINA DE CONFUNDIR”

Ahora, resulta que los datos de fallecidos a causa de la pandemia de coronavirus disminuyen en España de forma oficial, merced a un recuento que prácticamente nadie entiende, lo que genera muchas dudas y rompe todos los estudios estadísticos.

Sin embargo, en el momento que se haga una extrapolación entre los datos de fallecimientos del pasado año en los meses de enero a mayo, se conocerá la verdad.

Es triste decirlo, pero este Gobierno, se ha convertido con perdón, en una “maquina” de confusión , a este paso acabamos todos en tratamiento.

La UE corrige las cuentas del pasado año, porque al parecer no se recogen dos mil millones de euros más de déficit, el Tribunal de Cuentas señala en la liquidación del presupuesto del año 2018 serias imprecisiones o irregularidades y así podemos seguir.

Por mucho que se tape la realidad, no se puede cambiar y al final el propio gobierno será víctima de su propia falta de verdad.

La idea permanente de resistir en el poder en compañía de los radicales, es motivo de continuos errores de calculo y de falta de gestión.

Los frentes judiciales que se abrirán paso poco a poco, serán motivo desgraciadamente para este país, de nuevos escándalos y de nuevas presiones, todo ello motivado por tener el poder por el poder, lo que no deja de ser una grave irresponsabilidad que la historia juzgará severamente.

El poder, si no es servicio a los demás, no tiene sentido y se convierte en autoritarismo.