HAY QUE POTENCIAR EL BIEN

 

La importancia de una sociedad sana, adulta y responsable depende de manera fundamental de la familia y de la educación.

Ambos aspectos, han sido definitivos en la disciplina de Corea del Sur a la hora de atajar el coronavirus.

Las sociedades occidentales, principalmente la española, han confundido en demasía la libertad y el libertinaje, la necesidad de derechos pero no de deberes, lo que esta creando una sociedad poco adulta.

La falta de vocación de muchos educadores, no digo todos ni mucho menos, la falta de leyes escolares que premien el esfuerzo, cierta politización por parte de algunos sindicatos y sobre todo la perdida de valores en la familia, contribuyen a todo ello.

Es verdad, que la respuesta de los españoles en esta crisis del coronavirus parece que evoluciona favorablemente en los últimos días, vemos jóvenes maravillosos y generosos que se prestan en la ayuda de forma desinteresada a los mayores, pero también vemos jóvenes y mayores, que pasan de todo sacrificio por los demás.

Estamos a tiempo, de cambiar la sociedad, de hacerla mejor, para ello hay que potenciar los mejores valores y abandonar los experimentos sociales que algunos movimientos muy potentes con ayuda de algunas fuerzas políticas, tratan de imponer, con un único objetivo: la desestabilización. Y es que llegamos al último eslabón de la lógica, que algunos quieren borrar: el bien y el mal existen y hay que potenciar el bien “a tope”.

 

OPORTUNIDADES PARA CRECER

 

OPORTUNIDADES PARA CRECER

POR MARÍA TERESA PORTILLA DEL RIO

 

Todo momento de crisis supone en sí mismo dificultad, complejidad, incertidumbre, cambio, preocupación (si no miedo)… Sin embargo, en la vivencia de todo lo anterior, la clave está en el afrontamiento, del cual obtenemos los frutos del aprendizaje vital profundo que nos enriquece como personas.

En este sentido, la situación social que estamos viviendo, viene a abrirnos a todos y cada uno de nosotros una nueva oportunidad de crecimiento personal que debemos aprovechar.

Son muchas, podríamos decir todas, las dimensiones de nuestra vida afectadas de uno u otro modo y en una u otra medida por la llegada de este virus y las consiguientes medidas para hacerle frente; pero permítanme poner el foco en los nuevos escenarios de convivencia familiar que se nos presentan y en la población infantil.

De forma inesperada nuestras rutinas domésticas marcadas por los dinamismos sociales, se han detenido para dar paso a un espacio/tiempo desconocido en el que niños y niñas no acuden a la escuela, padres y madres se adaptan y tratan de sobrevivir en condiciones laborales fuera de lo ordinario y abuelos y abuelas ven desde una mayor vulnerabilidad amenazada su salud. He aquí el reto de todos: seguir aprendiendo  (a distancia), trabajando (con nuevos condicionantes), haciendo funcionar nuestros hogares  (en las nuevas limitaciones) y siendo apoyo en el funcionamiento familiar. Nadie ha dicho que sea fácil, pero este ejercicio de responsabilidad ciudadana que se nos impone, nos brinda nuevas oportunidades que las familias no debemos dejar escapar:

 

-Desde el diálogo y la reflexión compartida con los nuestros, se trata de buscar y compartir información veraz de la situación tanto entre adultos, como con los niños y adolescentes. Tenemos a nuestro alcance a través de los medios contenidos para todas las edades que hemos de procesar cada uno en su etapa vital y en interacción con los nuestros para poder asumir una ciudadanía activa, que trata de comprender lo que pasa y por qué pasa como fundamento de su actuación. Es por tanto momento de educar para la ciudadanía a los más pequeños desde la propia experiencia, pudiendo entender a su nivel la causa de lo que está sucediendo, por qué hemos de actuar de cierta forma y cómo hacerlo de la mejor manera posible. De esa manera cobra sentido para ellos el permanecer en casa, el seguir haciendo tareas escolares, el colaborar con el funcionamiento doméstico, el ser flexible ante imprevistos…

-Si bien los horarios y calendarios se vuelven complejos, cabe que surjan momentos de encuentro, de estar juntos, que en circunstancias normales no se dan. Evitemos que se nos escapen entre la urgencia y la improvisación que también se nos requieren ahora mismo  y aprovechémos en la medida en que sea posible para generar pequeños espacios de bienestar. No perdamos de vista que merece la pena un ratito para sacar ese juego de mesa que a penas hemos estrenado, para leer un cuento, para ver juntos una película, para saber un poco más de ese personaje al que siguen o de ese videojuego que les encanta… No olvidemos que invertir también en esto es valor seguro para el bienestar de los nuestros y para dotar nuevos significados  a estos días.

-La necesidad de apoyo mutuo y responsabilidad social, genera también terrenos para educar en la solidaridad a los más pequeños y a todos en general, cargando este concepto muchas veces aludido en abstracto de contenido real y cercano. No me refiero tanto a acciones preestablecidas de ayuda a quien lo necesita, que también, porque cobran especial relevancia en situaciones como esta; sino más bien a aquellas acciones que pueden ser practicas realizadas o simplemente observadas por los niños y niñas :esas llamadas telefónicas a los abuelos para ver cómo están y si necesitan algo, la ayuda a un vecino o un amigo que por diferentes motivos puede necesitar de nosotros, observar, tomar conciencia y valorar la entrega del personal sanitario y otros profesionales especialmente dedicados estos días al servicio de todos, priorizar el bien común sobre los propios intereses… 

 

Estos ejemplos del entorno familiar que buscan reflejar las oportunidades del momento en que vivimos, lejos de volver la cara a la realidad y negar el desafío que tenemos, precisamente constituyen una forma de  afrontarlo desde nuestros entorno próximo para salir reforzados como personas y como sociedad.

 

 

 

SACAR COSAS POSITIVAS DE LA DESGRACIA

Estamos preocupados, desorientados ante la grave crisis del coronavirus.

Parece que el ser humano del siglo XXI, que cree controlar todo, saber todo, ve resquebrajada “sus cuadernas”.

Sí, el ser humano, es un ser limitado, por mucho que avance la ciencia, siempre estará aprendiendo, por ello, nuestra forma de ser y vivir debieran de ser más lógica, más humana, más sincera, más solidaria.

Sin embargo, la crisis del coronavirus pasará; es verdad que dejará daños muy importantes: perdidas de vidas humanas, perdidas de empleos, recesión y otras consecuencias.

Pero también, de esta grave situación, debiéramos sacar consecuencias positivas como seres humanos: humildad, solidaridad, unión y también un baño de humildad que falta nos hace.

El refrán lo dice: “No hay mal que por bien no venga”. Quiero decir que dentro de la gran tragedia, aprenderemos muchas cosas y quizá nos ayude a replantearnos también otra muchas.

En este tiempo de estar en casa, podemos meditar, pensar de donde venimos y a donde vamos, rezar no sólo con oraciones conocidas, sino con el pensamiento y deseo de bien, leer buenos libros y por supuesto preocuparse de la familia y los amigos aunque sea vía telefónica o telemática.

En definitiva, de esta pandemia tenemos que aprender y ojalá salgamos de ella siendo mejores personas, pidamos al Señor su fuerza y guía, con confianza.

APROVECHEMOS LA OCASION Y SAQUEMOS LO MEJOR DE NOSOTROS MISMOS

Hagamos de la necesidad virtud. Pacto nacional PSOE-PP, para abordar la crisis coronavirus y futura crisis económica.

Hagamos de la necesidad virtud, puede ser la gran oportunidad de un proceso de unión para una sociedad que lo necesita y un mensaje positivo al mundo.

El Gobierno no puede estar ahora “chantajeado” por otros intereses que no sean el bien común.

Ni nacionalistas ni Podemos muestran altura de miras porque están en otra cosa, responden a otros intereses.

Una fuerza de más de doscientos diputados, puede ser determinante para abordar de una vez por todas y sin complejos los retos de España.

Es la hora de los españoles, es la hora de la gente de bien, es la hora de la unidad.

Somos muchos más los que queremos sumar que restar, aprovechemos la ocasión y saquemos lo mejor de nosotros msimos

 

 

AHORA TOCA PARAR LA PANDEMIA

En la situación actual de máxima emergencia debido al coronavirus, todos debemos de ser responsables, generosos y solidarios. La unidad de la sociedad es fundamental para acometer la gran tarea de frenar la pandemia.

Por lo tanto, debemos de seguir las instrucciones de las autoridades al pié de la letra y ayudarnos todos.

El Presidente del Gobierno, ha pedido unidad y se debe de dar, nada es más urgente que “remar juntos” en estos momentos, esto no impedirá pedir cuentas en su momento de la tardanza de la respuesta, de las dudas del Gobierno y también de la falta de responsabilidad en algunos momentos fundamentales.

Todo deberá sustanciarse y por supuesto también las actitudes irresponsables como las del señor Iglesias, de presentarse en el Consejo de Ministros estando en cuarentena sólo se pueden saldar con su dimisión o cese, pero esa historia y otras mucho más grave iremos conociéndolas en los próximo días. Ahora toca parar la pandemia.    

 

 

 

 

EL FRACASO DE 17 SISTEMAS SANITARIOS

 

 

En momentos como el actual se puede ver claramente que fue un grave error crear 17 sistemas sanitarios, un error no reconocido pero que debiera de debatirse en un futuro, aunque a nuestros políticos no les guste porque ellos están en el poder y en los puestos.

Un sistema nacional de salud potente centralizado en compras y gestión es más justo porque equilibraría las diferencias y es más manejable.

La España de las Autonomías tiene cosas buenas y cosas malas, incluso muy malas.

Una región como Cantabria, no puede mantener por si sola un sistema sanitario potente, sino es con ayudas exteriores y con la unidad se conseguiría mejores ratios de solvencia y de gestión y de distribución de personal.

La Autonomía no es la panacea de nada, como todo en la vida tiene fallos y esos fallos hay que corregirlos quitando tanto clientelismo político, tanto cargo de confianza, tanto político inexperto incapaz algunos dicho con respeto de gestionar un “kiosco de pipas”.

Los ciudadanos, debemos de pensar de forma individual u no dejarnos “encantar” con las medias verdades o verdades parciales e incluso mentiras de una clase política que en algunos casos no digo todos es francamente mejorable.          

MEDITAR SOBRE NUESTRA PEQUEÑEZ

En estos momentos que atraviesa la sociedad, a causa de la pandemia del coronavirus, debiéramos de parar y meditar sobre nuestra pequeñez y los débiles que somos como personas y sociedad.

Estamos imbuidos por el consumismo y el disfrute y en medio de ello, llega una crisis como la que padecemos y todo parece que se desmorona en nuestro alrededor.

No, nada se desmorona, se desmorona, esta sociedad sustentada sobre elementos poco firmes y con pocos valores.

Los cristianos, aunque padecemos las mismas sensaciones, debemos de aprovechar el momento como seres esperanzados, poner las luces largas y confiar en el Señor.

Las dudas de fe, lógicas que a todos en algún momento de nuestra vida nos salpican, quedan superadas cuando miramos con profundidad en oración y nos encomendamos a nuestro Padre, Dios Todopoderoso.

Estos momentos que vivimos, pueden ser momentos de meditación de reflexión y de solidaridad hacia los demás, ayudando en sus necesidades al vecino al que tengamos más cerca.

Elevemos la mirada al Señor, al Amigo que nunca falla, valoremos lo mejor que tenemos: la familia, los amigos de verdad, fortalezcamos la fe en momentos de dificultad, sin duda el Señor nos ayudará.U

 

¿QUE TIPO DE DIRIGENTES TENEMOS?

 

¿Que tipo de dirigentes y de sociedad civil tenemos en Europa.?. Mientras de forma cómoda veíamos por televisión como se luchaba en China, en Corea del Sur y Japón contra el coronavirus, implementándose todo tipo de medidas en Europa se miraba hacia otro lado, cuando de verdad se hubiera podido tomar decisiones muy serias que hubieran evitado contagios.

El caso de España es patético, un gobierno prepotente que apenas tomo medidas y que sólo se refería a lo magnifica que es nuestra sanidad pública, en vez de prepararnos con equipos y decisiones técnicas para que nuestro hospitales no tuvieran carencias de equipamiento.

Tengo claro que si la actuación del gobierno de Sánchez hubiera sido realizada por un gobierno de centro derecha, los sindicatos y la izquierda radical le hubieran hecho dimitir.

Se ha perdido un mes de tiempo para haber evitado lo que ahora tenemos en España, el gobierno no dice la verdad, pues si se estaba preparando un plan económico hace semanas como dice el señor Sánchez, como es posible que no se alertara a la población la semana pasada no permitiéndose grandes concentraciones.

La manifestación feminista y la concentración de Vox, será algo que perseguirá a este gobierno todo lo que dure la legislatura, por su irresponsabilidad.

El domingo estaba en Madrid, en la Plaza Mayor al mediodía y miles de personas paseaban y disfrutaban de una agradable mañana, con la terrazas llenas.

Muchos de los que estábamos allí, si hubiéramos tenido una información seria y correcta hubiéramos dejado el viaje familiar para ver Museos y disfrutar de una obra de teatro junto con familiares, para otro fin de semana.

España, no se merece un gobierno que mienta, ni un gobierno que desde el inicio sólo tiene ideas de marketing y de división.

Como ciudadano me siento engañado y es que la prepotencia es muy mala consejera.

¿FALTA DE INFORMACIÓN O FRIVOLIDAD?

Es verdad que son momentos de unidad y de responsabilidad de personas e instituciones en el seguimiento de las medidas necesarias para evitar una mayor extensión del coronavirus.

Dicho esto, es también verdad que en España, tanto gobierno como muchos medios de comunicación, no han concienciado a la sociedad de la importancia de la pandemia y por parte del gobierno se ha rozado en muchos casos la frivolidad.

Es una frivolidad, que el pasado domingo ocho de marzo se permita en Madrid una manifestación multitudinaria con Ministras y Ministros en la cabecera en una foto ridícula, algunas, con guantes de látex como prevención y pocas horas después se tengan que tomar medidas drásticas y comparezca con tono serio el Presidente del Gobierno.

Ni la concentración de Vox ni la manifestación feminista se debieran haber autorizado.

Se debieran investigar si el Gobierno tenia información de la gravedad de la crisis en mismo domingo, porque si fuera así se debiera pedir responsabilidades a todo el ejecutivo.

No es de recibo tampoco, que España no tomara una semana antes, al menos, medidas drásticas sobre los vuelos procedentes de Italia y de repente se suspendan todos.

Me parece muy bien la lealtad del principal partido de la oposición, pero una vez se salga de la crisis el señor Sánchez y su gobierno deberán contestar muchas preguntas, las responsabilidades sobre este asunto pueden ser muy serias.  

 

CORONAVIRUS Y “PRESTIGE”

Vivimos en una sociedad “liquida” con poca memoria y fácilmente manipulable, es algo que puede verse cada día al hilo de la actualidad y de las modas y formas de proceder.

A raíz de la pandemia del coronavirus, me viene a la memoria la actuación desleal y manipuladora de algunos medios de comunicación y de algunos partidos políticos ante graves crisis del hundimiento del petrolero “Prestige” .

Ya casi no recordamos la grave crisis medioambiental causada por el hundimiento del petrolero “Prestige” cerca de las costas de Galicia y las criticas despiadadas.

Una catástrofe medioambiental, que manchó de petróleo las costas del Cantábrico y que meses después, en una labor de limpieza única en el mundo, pudo solucionarse de forma brillante y no lo digo yo sino lo dijeron los expertos que meses después revisaron nuestras costas.

Sin embargo, el Gobierno que se encontró con el hecho casual de que un petrolero se partiera en dos cerca de nuestras, costas tuvo que aguantar, todo tipo de criticas despiadadas; casi parecía que el propio Gobierno, había sido el artífice del hundimiento del buque de forma voluntaria.

Ahora, aquellos que criticaban piden ayuda en la crisis del coronavirus, piden unidad y colaboración a pesar de despreciar de forma olímpica a media España.

Es la vara de medir en esta España nuestra llena de mentiras y falta de valores.