ES UNA OBLIGACIÓN ÉTICA REDUCIR EL GASTO PÚBLICO SUPERFLUO

España debe de dejar de aspirara ser “sólo de los últimos de la clase” en materia de cuentas públicas.

Este país con tantas posibilidades de desarrollo en todos los campos, debe y puede aspirar a tener unas cuentas saneadas.

La independencia como país esta en juego. Una nación fuertemente endeudada como España, no nos olvidemos que la deuda puede llegar a superar 110 por ciento del PIB, es un país menos libre y merced a la financiación exterior.

Por otro lado, el pago de intereses de la deuda drenara recursos que se podrían utilizar para la inversión en diferentes campos.

Es necesario un plan económico, a cinco años, con ajustes en gasto superfluo, como subvenciones un capitulo que supera los 30.000 millones de euros, sistema político como menos cargos públicos, supresión de Ministerios y bloqueo y redistribución del número de funcionarios, así como un control exhaustivo del gasto en las Comunidades Autónomas.

Un equipo de expertos, puede estudiar en que aspectos no fundamentales, se puede reducir el gasto público, para luego en un plan bien estudiado, implementar las medidas en un plazo de cinco a diez años como máximo.

Es un obligación ética y moral, y además será la única opción económica a medio plazo.