COMUNISMO DEL ANTIGUO

 

 

Este gobierno de Pedro Sánchez, es un gobierno que dice cosas “espantosas” de otras épocas, impensables en una Europa del siglo XXI.

La frase de la señora Celaá de que los hijos no son de los padres, es un aberración en si mismo según los tratados internacionales, la Constitución Española y el propio sentido común.

La señora Celaá, dice indirectamente una monstruosidad, porque si los padres no tienen toda la responsabilidad mientras son menores de edad, ¿quién la tiene?, ¿el Estado?.

Puro comunismo antiguo, pero de Corea del Norte y la URSS de los años cuarenta.

El Tratado Internacional sobre los Derechos del Niño rubricado por más de 140 países, entre ellos España el 20 de noviembre de 1.989, bajo el paraguas de la ONU, recoge multitud de artículos que dejan a la señora Celaá y a este gobierno en el más absoluto ridículo.

Dice el articulo 3-2 de este tratado literalmente: Los Estados se comprometen a asegurar al niño la protección y el cuidado necesario para su bienestar teniendo en cuenta los derechos y deberes de SUS PADRES, TUTORES U OTRAS PERSONAS RESPONSABLES DE ÉL ANTE LA LEY, CON ESE FIN, SE TOMARAN TODAS LA MEDIDAS LEGISLATIVAS Y ADMINISTRATIVAS ADECUADAS.

El articulo 5, dice textualmente: LOS ESTADOS RESPETARAN LAS RESPONSABILIDADES Y DERECHOS Y LOS DEBERES DE LOS PADRES, O EN SU CASO DE LOS MIEMBROS DE LA FAMILIA AMPLIADA O DE LA COMUNIDAD.

Por su parte el Artículo 8, de mismo tratado, recoge lo siguiente: Los Estados Partes se comprometen a respetar el derecho del niño a preservar su identidad, incluida nacionalidad, el nombre Y LAS RELACIONES FAMILIARES DE CONFORMIDAD CON LA LEY SIN INJERENCIAS.

Se puede demostrar así claramente, como a nivel de las convecciones internacionales los derechos y deberes de los padres, se cuidan de manera especial.

Por si fuero poco, la Constitución Española, artículo 27 punto 3 recoge: Los poderes públicos garantizan el DERECHO QUE ASISTE A LOS PADRES PARA QUE SUS HIJOS RECIBAN FORMACIÓN RELIGIOSA Y MORAL QUE ESTE DE ACUERDO A SUS PROPIAS CONVICCIONES.

Por lo tanto, la señora Celaá y este Gobierno quieren dividir a los españoles y usurpar derechos y libertades, se comporta de manera caduca, irresponsable e ignorante.

Cuando la libertad esta en juego, todos debiéramos poner lo mejor de nosotros mismos para evitarlo. Desde mis pobres fuerzas aseguro que lo haré.