Tengo claro, que a cualquier Gobierno del signo que fuere hubiera tenido grandes dificultades y contradicciones en la gestión de una catástrofe como la pandemia del coronavirus.
Dicho esto, sin embargo, el actual Gobierno no es que tenga errores que pueden ser asumibles, es que muestra continua improvisación y sobre todo utiliza la mentira o la media verdad en demasía y así es imposible que pueda transmitir seguridad.
Por otro lado, su falta de generosidad con otras fuerzas políticas a las que debiera consultar, escuchar y sumar, demuestra que es rehén de su propia estrategia, es decir esta pensando en el día después y no quiere asumir responsabilidades.
Un Gobierno sin criterio, radicalizado no puede ser un Gobierno que ilusione.
Los creyentes, sin embargo debemos de ser personas de esperanza y debemos elevar nuestra vista y nuestro espíritu al Señor, que sin duda no nos abandonará.
Para salir de la crisis, necesitamos esperanza y verdad, son los dos ingredientes fundamentales, desde la mentira continua a ningún sitio bueno podemos ir.
Al final, la estrategia de la mentira la pagaremos duramente todos, pero a pesar de ello nunca perderemos la esperanza de una salida a esta situación seguro que la tendremos.