MENOS ASESORES,MENOS POLÍTICOS,MENOS ORGANISMOS

Es curioso, como los políticos en general no realizan propuestas para disminuir gastos de estructura, es decir, hacer la Administración más pequeña.

Este Gobierno que aumentó el gasto público improductivo de manera muy importante, (el mejor ejemplo fue la creación de un Consejo de Ministros de veinte miembros), lo que sólo sirve para aumentar el gasto y colocar cargos.

Con la mitad de funcionarios y con la mitad de políticos, se gestionaba este país mucho mejor, pero claro quedarían los partidos políticos sin sus posibilidades de ejercer de “agencia de colocación”.

Con un ahorro “a fondo” en el gasto estructural de Estado, se podría dedicar estos fondos a ayudar a las pymes y a la atención social que fuera necesaria.

Los ciudadanos, no debiéramos consentir ningún recorte, sin que el recorte sea primero estructural y de cargo políticos y asesores.

Se puede reducir el número de Diputados, Senadores, Ministros, Diputados Autonómicos, Diputaciones, Ayuntamientos y por supuestos de cargos de asesores.

Sólo hace falta tener decencia política y voluntad.

La política es un servicio y no una profesión como han hecho de ella gran parte de los políticos, no digo todos.

Pueden estar seguros que con el ahorro de una administración mucho más pequeña el llamado estado del bienestar sería mucho más potente y desaparecería el déficit en muchos organismos.  

MÁS CLARIDAD

 

Parece que era verdad la acusación realizada por un diputado de Vox en el Parlamento de Cantabria sobre el no ingreso de mayores de ochenta años en la UCI

de los hospitales de Cantabria.

Según datos oficiales recogido en una información en El Diario Montañés, sólo uno de los 79 pacientes ingresados en la UCI tenía más de ochenta años.

Es decir, ahora se pasa de negarlo o de “rasgarse las vestiduras” a reconocer la verdad.

Es serio reconocer este asunto y decir como se dice, que al intubar a una persona de más de ochenta años es fácil que se muera.

Efectivamente, se corre un riesgo importante, pero parece que la única solución si su saturación de oxigeno está por debajo de 90.

La pregunta puede ser la siguiente ¿no será que al intubar una persona esta deberá estar un mes al menos en esa situación?. Por consiguiente se ocupa un lugar y respirador.

Por otro lado, es verdad que al intubar se corre riesgo de contaminación y también al hacer la operación contraria.

Por lo tanto, sin ser experto en medicina, la información que ahora se lanza deja menos claras las cosas, al menos, para los que somos profanos en medicina

Estoy seguro que otros expertos en medicina deberán dar una opinión clara y precisa por respeto a las familias y a todos los ciudadanos.

La vida humana, sea de un joven o de un mayor es un tesoro y no puede quedar en cifras y datos.

EL MIEDO PARALIZA

 

 

Recogía perfectamente Alexander Solzhenitysn en su libro “Archipiélago Gulag”, como actuamos los seres humanos cuando tenemos miedo.

En su narración de terrible opresión soviética, el escritor señala como muchas personas se auto-inculpaban o daban la razón a aquellos que les interrogaban, pensando en su benevolencia para conseguir la libertad o algún tipo de privilegio que por cierto, casi nunca conseguían.

No es que en España en la actual pandemia tengamos algo comparable, claro que no, por supuesto, pero si por torpeza de la actuación del Gobierno en la crisis del coronavirus, se ha generado en muchas personas miedo.

Miedo a que nadie de certezas, todo son improvisaciones, sin darse cuenta que el ser humano necesita de tener cierta perspectiva de futuro. En casi todos los países de Europa se están dando plazos y fechas.

Parece ser que en el Consejo de Ministros de hoy, se puede informar de un calendario de vuelta a cierta normalidad, esperemos que sea conciso y claro.

Es necesario, acabar con la continua improvisación y dar paso a personas de la vida civil con prestigio en la gestión, seguro, que su colaboración facilitaría mucho la solución de los graves problemas que tenemos por delante ello sería muy bien visto por la sociedad.

Si, es necesaria la colaboración de todos, pero todos necesitamos que se nos de horizonte, porque sin horizonte nos será posible abordar el futuro con ilusión.

Hay que evitar el miedo que paraliza, porque una cosa es la precaución y otra bien distinta el miedo.    

PERDIDA DE CREDIBILIDAD

Cada vez son más las personas que dicen que para evitar crisparse, están dejando de ver las declaraciones de nuestros políticos en general y del Gobierno en particular.

Cuando la clase política y también una parte de la periodística, pierde la credibilidad, la situación se puede convertir en una tormenta perfecta.

Llevamos demasiados años con mentiras por parte de la clase política, la sociedad miraba hacía otro lado, porque los mensajes eran siempre aparentemente favorables, es una especie de defensa que tenemos todos los eres humanos: huir de la realidad y de la verdad.

Todos los partidos en general, mienten y han mentido, pero lo de este Gobierno es de un nivel superior que ha generado un hartazgo en la sociedad de “gran calado”.

La largas intervenciones, para no decir nada, demuestran que faltan ideas y capacidad de gestión y que los asesores de imagen que dicen son tan buenos, están fracasando estrepitosamente, porque es imposible vender “humo” todos los días, no ser humilde, ni cercano y tener una pandemia con tantos muertos y que ha generado tanto sufrimiento.

Hubiera sido mucho más positivo para la sociedad y también para el Gobierno, haber mostrado humildad y haber reconocido su mala gestión y haber llamado a todos a un pacto de Gobierno, con un ejecutivo de técnicos y no de aprendices.

Sin embargo, la prepotencia y la soberbia va a ser “la tumba” de casi toda la clase política, sobre todo de los que más poder tienen.

 

 

SABER LA VERDAD

Habrá que probar la acusación realizada por el Diputado Regional de Vox, Cristóbal Palacios, de que ninguna persona mayor de ochenta años afectada por coronavirus, fue ingresada en la UCI; debiera de procederse a una investigación con garantías.

La acusación es tan grave, que si no fuera cierta el diputado debiera dimitir y si por el contrario si lo fuera, deben dimitir los responsables de la Administración, que supuestamente hayan podido dar esa orden.

Lo mayores, los que han dado lo mejor de si mismo, deben de ser respetados, si se quiere incluso más que en otras edades, por todo lo que han hecho, por su sabiduría de vida.

El Gobierno de Cantabria, no puede callarse ante tan grave acusación declarando sólo, que los políticos no deciden quien entra en la UCI, esa contestación es insuficiente, se debe de iniciar una investigación para que toda la población de Cantabria, que paga sus impuestos tenga información.

La unidad que toda la gente de bien quiere, no puede tapar nada que levante sospechas de tanta gravedad y de tanto calado moral y ético.

Las sociedades, merecen un respeto y los políticos deben de ser meros administradores y como tal deben de ser muy claros en sus explicaciones.

No nos olvidemos, que la verdad nos hará libres.      

 

 

 

 

¿UNIDAD CON TRAMPA?

 

Basta seguir las noticias en medios de otros países, para darse cuenta que prácticamente en todos, la oposición política, ejerce su misión con claridad y en algunos casos con dureza .

En España, sin embargo con “el mantra” de la unidad se quiere cerrar tal posibilidad.

Claro que es buena la unidad, es fundamental, pero para que exista unidad debe de haber cesiones por todos los lados, algo que no se ve en España, además la unidad no debe de servir para tapar la verdad.

La clase política actual, no sólo de España sino en general con algunas excepciones, es la menos preparada y la más populista.

En España, es mucho más claro, los que ahora están en los diferentes Gobiernos hablan de unidad, pero no se engañen, es para tapar su incompetencia en la mayoría de los casos y el desastre causado con la gestión del coronavirus y el miedo que les da enfrentarse a los ciudadanos, cuando estos les digan algo en la calle en cuanto acabe este confinamiento.

En el Reino Unido, los laboristas esta poniendo “a caldo” a Boris Johnson, creo que con razón por su mala gestión de la pandemia; otro tanto, sucede en Estados Unidos, donde a Trump le hacen hasta manifestaciones y Joe Biden el candidato demócrata ejerce una fuerte oposición, resulta, que aquí están con la “matraca” de la unidad, lo que no es nada más en este caso, que una forma para evadir graves responsabilidades, porque si se quisiera la unidad se respetaría más al adversario político y se evitarían radicalismos.

Se trata de desacreditar, al que tenga la osadía de criticar al gobierno de turno, por algo mal hecho, cuando es la obligación de la oposición.

Para que exista unidad, hay que presentar un plan concreto con objetivos y dejar a un comité de expertos en medicina, economía y trabajo para que lleven la gestión de la crisis, lo contrario es engañar a los ciudadanos, porque no hay capacidad técnica ni conocimientos de los actuales dirigentes.

 

 

 

 

MAL EJEMPLO

 

Creo firmemente en la necesidad de los sindicatos, para defender al trabajador de injusticias y de incumplimiento de derechos, es algo básico y fundamental, pero esa necesidad de defensa de derechos, nada tiene que ver con la deriva de una gran parte de los liberados sindicales, que pueden cumplir su misión sin necesidad de tener prebendas en forma de no ir a su puesto de trabajo.

Hemos visto a la sociedad civil, familias, instituciones religiosas, empresas, organizaciones sociales colaborar con alimentos, fabricación de máscaras, etc.

No he visto, que los dos grandes sindicatos, pusieran a sus liberados y su estructura a desinfectar, recoger alimentos o fabricar mascarillas, a nivel individual, seguro que algún liberado sindical a colaborado, pero no he visto nada a nivel global.

El colmo de los colmos, es que según recoge Vozpopuli, sólo un tercio de los liberados sindicales de la sanidad madrileña, se han incorporado a sus puestos en plena emergencia, lo que deja claro el egoísmo de estas personas.

Hay que decir que sin embargo el sindicato CSIF, puso a disposición de la sanidad madrileña a todos sus liberados sindicales.

Es necesario otro sindicalismo, moderno, coherente, para que desaparezca el olor a naftalina de algunos.      

LA CLAVE DE UNA RESPUESTA ECONÓMICA INSUFICIENTE

 

En lo que señalaré a continuación esta sin duda, una de las claves de una falta de respuesta contundente del Gobierno de España en materia económica.

El organismo europeo de estadística Eurostat ,encargado de la evaluación de los datos de los diferentes países, indica que el déficit público de nuestro país subió en el pasado, año tres décimas más del PIB de lo manifestado por el Gobierno, es decir, 2.700 millones de euros más de gasto, haciendo que por primera vez desde final de la crisis, España cierre el ejercicio con un incremento de déficit público respecto al año anterior.

Si España, hubiera cumplido los objetivos marcados, nuestra capacidad de dar una respuesta inmediata a la crisis hubiera sido mucho mayor y nuestra credibilidad internacional no estaría en cuestión, como se demuestra ahora con la subida de la prima de riesgo a pesar de la actuación del Banco Central Europeo, comprando deuda.

La mentira o las medias verdades, se ha convertido en algo habitual y ello no es discutible porque los datos cantan, como ocurre en este caso.

La pregunta es la siguiente:¿Puede un Gobierno, que ha sido incapaz de controlar las cuentas públicas, cuando la economía estaba creciendo al dos por ciento, gestionar una crisis tan grave como la que ha originado la pandemia?.

La respuesta es fácil y el pueblo español, debe de ser consciente de que no vamos a ningún sitio bueno con la mentira o las medias verdades.

 

 

EL BIEN COMÚN

 

Necesitamos políticos que sean capaces de inmolarse por el bien común y que no les importe no ser reelegidos.

No se puede abordar soluciones sin decir la verdad y sin generosidad, de otra forma todo será un fracaso.

Es muy posible, que casi toda la clase política quede arrasada a causa de esta crisis, es algo muy probable y por lo tanto debieran de preocuparse sólo y exclusivamente del bien común.

El Gobierno, debiera de buscar en gestores de grandes empresas, expertos en diferentes campos, asesores con capacidad para liderar la crisis y poner las bases de un salida rápida.

Nadie ni del Gobierno ni de la oposición, tiene hoy por hoy experiencia ni prestigio para poner sobre la mesa la cirugía que necesita esta crisis y las medidas de todo tipo que hay que tomar.

El Gobierno italiano, ha nombrado un grupo de expertos contrastados y no desconocidos para desarrollar planes para la recuperación económica.

Pero lo que es imposible es imposible, es decir, que expertos en marketing sean los que digan lo que hay que hacer en el futuro, eso es como intentar que una persona que nunca ha visto el mar, sea el capitán de un petrolero de cien mil toneladas, algo imposible.

 

 

LUTO Y SENTIMIENTOS

Sólo tiene una explicación, la negativa a declarar luto oficial en España, mientras dure la pandemia, con las banderas a media asta.

La explicación, no puede ser otra, que no se quiere reconocer que vivimos una pandemia con más de veinte mil personas muertas y miles de enfermos, ya que se considera malo para la imagen del poder, además, no se pide perdón un acto de máxima humildad, porque sería reconocer los fallos, es decir sobra soberbia.

De lo contrario, se hubieran sumado sin mayores problemas a las numerosas peticiones de declarar duelo nacional.

No sirve decir que cuando acabe la pandemia, se realizará un gran acto de homenaje a las víctimas, eso esta bien pero no es suficiente, ahora es cuando esta ocurriendo todo.

Lo más dramático es que con 20.000 muertos, siga en el calculo de imagen dependiendo de asesores de marketing, que más parecen “maquinas” sin sentimiento. No es hora de los expertos de marketing, es la hora de técnicos capacitados y con experiencia y no de amigos en lo ideológico.

Falta sentimientos en demasiado políticos españoles, hay excepciones positivas por supuesto, pero da la sensación que sólo interesa el cargo, el poder, el relato que dictan unos supuestos expertos en imagen que jamás han gestionado nada. Vamos, todo un drama para esta sociedad.