PEDIR RESPONSABILIDADES

En una información muy interesante de El Diario Montañés, se recoge que dos de cada tres personas fallecidas el pasado año en Cantabria por COVID eran personas que estaban en residencias.

Este hecho, demuestra varias cosas: por un lado que no funciono en absoluto el sistema sanitario, ni la coordinación con la residencias.

Por otro lado, la deficiente información facilitada por China, hizo que no se conociera la gravedad de la enfermedad, ni los tratamientos, no hay que olvidarse que a mediados del mes de Enero la OMS decía que el COVID no se podía contagiar de persona a persona, también que muchas residencias se quedaron desbordadas por falta de atención sanitaria y por el propio contagio del personal, quedando patente que no tenemos unos de los mejores sistemas sanitarios del mundo ni mucho menos y que un cumulo de causas que hubieran sido evitables hizo que murieran muchas personas solas y sin una atención digna.

En cualquier país serio se abriría una investigación sobre el sistema sanitario y sus fallos, sobre los responsables políticos, que después de tal “descalabro”, sólo hablan de confinar, prohibir, culpar en vez de prevenir, curar, dar esperanza y tomar medidas que la sociedad entienda y valore.

Los datos son demoledores, nos hablan de segunda ola, tercera ola y pronto nos hablaran de cuarta ola; pero la verdad es que el “tsunami” autentico se produjo en marzo, abril y mayo, me refiero en fallecimientos, y ahora nada es comparable con aquello afortunadamente por lo que se debiera de dejar de “meter miedo” a todas horas y empezar a dejarnos vivir y trabajar.