El Gobierno de Estados Unidos de la administración Biden, se está convirtiendo en un serio problema no sólo para la paz, sino para la defensa de valores tan fundamentales como el valor de la vida.
Recoge el digital HISPANIDAD, que Estados Unidos ha presionado a un pequeño país como Benín, para que retire su nombre de la Declaración del Consenso de Ginebra, un documento de la era Trump, en la que se explica que el aborto no es un derecho internacional.
La presión sobre el pequeño estado de Benín, se produjo, durante la reciente revisión del historial de derechos humanos de Benín, en el marco del llamado Examen Periódico Universal, un evento en el que los diferentes gobierno dialogan, sobre las normas de derechos humanos en cada territorio. Este examen periódico es utilizado por algunos países para promover el aborto la agenda trans/homosexual.
La embajadora de Estados Unidos Michele Taylor, instaba a Benín a volverse a comprometer con las metas de la salud y el género y los Objetivos de Desarrollo sostenible.
Tanto la ONU, imponiendo sus resoluciones, como algunos países, como es el caso de Estados Unidos, son “cabeza de puente” del establecimiento de leyes patrocinadas por el globalismo a través de sus terminales mediáticas y la Agenda-20-30, y otras resoluciones de la propia ONU.
Se está dando la paradoja que los que debieran de defender la vida, son patrocinadores directos o indirectos de la muerte.