Hay momentos en la historia, que las sociedades se autodestruyen, pierden el sentido común, la verdad y el respeto a Dios y entran en fase autodestructiva.
En esta fase se encuentra ahora la llamada sociedad occidental, ha perdido todo sentido de la realidad, vive en una “burbuja” en el que la mentira se ha convertido en una droga de carácter muy tóxico, que acabará destruyendo todo el sistema creado hasta ahora.
Cuando se niega el que exista verdad y mentira, los seres humanos, entran en un vació total que les lleva casi a perder la autentica realidad.
El mundo parece haberse vuelto “loco”, al quedar en manos de intereses que sólo persiguen el sometimiento y la destrucción de los individuos.
Por otro lado, se pierde el sentido de la compasión, el corazón se endurece y se acepta prácticamente todas las peores inmundicias humanas, algunas impensables.
El hombre y la mujer de hoy, quedan así sin arnés a que sujetarse, en su caminar por la vida, perdiendo el rumbo y llegando a la desesperación y muchos casos al suicidio.
Vivimos un momento, similar al inicio de la segunda guerra mundial, donde una parte de la sociedad europea, abrazó el totalitarismo racista de Hitler, algo que es similar a la persecución judía actual, por parte de grupos terroristas fanatizados pero con fuertes ayudas. Por otro lado, los intentos en la vieja Europa, de implantar el pensamiento único, no respetando la pluralidad, son otro riesgo muy grande para la salud de la propia sociedad.
Esto señores lectores, no funciona, ni medio bien, sólo recuperando la verdad sin miedo podremos corregir está deriva que nos lleva directamente al abismo.