El Partido Popular, debiera de meditar su actuación timorata, complaciente con la clara violación de derechos y deberes consagrados en nuestras leyes y en nuestra Constitución.
El haber permitido que el señor Feijoo, quisiera poner en marcha el llamado pasaporte sanitario en bares y restaurantes, es un signo de perdida del sentido de la realidad y una afrenta al derecho.
Si cualquier ciudadano con una formación mínima en derecho, sabia que esta norma no era legal por muchos motivos, el que gobernantes en teoría con equipos de funcionarios bien preparados, se atrevieran a imponerlo es de suma gravedad.
Por otro lado, el PP en su al menos aparente pérdida de su ideología, no llevo al Tribunal Constitucional el primera estado de alarma, lo que también deja muy mal a los dirigentes de la calle Génova.
Todo no debiera valer en política, y mucho menos violar la ley a sabiendas con posibles “triquiñuelas” como parece en Galicia.
Precisamente cuando vemos que el Gobierno persigue controlar el poder judicial y dejarlo como mero instrumento a su servicio y más necesitamos tener claro nuestro sistema de libertades, el PP mira hacia otro lado y quizá por contagio alemán o francés no le importa que se señala a los ciudadanos con confinamientos pasaportes y más zarandajas.
Por favor recapaciten, a no ser que obedezcan ordenes “globalistas”, cosa que sinceramente no creo.