Mal está muy mal el haber aprobado la Ley de Eutanasia, pero mucho peor y da asco que la Ministra de Sanidad, Carolina Darías, saliera en rueda de prensa ufana para recordarnos tal desastrosa fecha y dando sensación de presumir de una ley que quita la vida.
Es tal, la pérdida del sentido el bien y del mal y por supuesto de la vergüenza, que hay personas que son capaces de presumir de este tipo de leyes, como ocurre con la ley del aborto.
Es realidad, es la degeneración del ser humano y de sus valores más íntimos.
En vez de invertir en unidades para paliar el dolor, de apostar por la vida con todas las consecuencias, hay personas que parecen auténticos defensores de la muerte.
Aderezar, la palabra “progresista” a este tipo de políticas, es manipular el sentido del lenguaje, pues no puede haber nada más progresista que trabajar por la vida, que es algo así como trabajar por el bien.
No señora Darías, usted debiera de presumir de otras cosas, por ejemplo, haber dado la cara con la pandemia del COVID y haber dado explicaciones de los daños de las vacunas en tantas personas y su ineficacia, o presumir de haber colaborado con las Comunidades dotándolas de más personal sanitario para que la atención pueda mejorarse.
Señora Darías, recapacite en el silencio de su conciencia y piense, si lo importante, es apostar por la muerte o por la vida, contéstese a si misma e incluso busque el apoyo de otras personas para que la iluminen en su pensamiento.