La involución democrática en Europa, es uno de los asuntos más graves de cara al futuro.
Todo comenzó con la proclamación de leyes coercitivas durante la pandemia, privación de derechos Constitucionales a través de decretos y puesta en marcha de supuestos pasaportes sanitarios innecesarios.
Francia, fue un claro ejemplo de ello, lo mismo que España, pero ahora la aprobación mediante un decreto del aumento de la edad de jubilación en el país galo, ha sido la gota que ha rebasado el vaso y la paciencia de la sociedad.
No se trata de que sea necesario o no aumentar la edad de jubilación en Francia, sino el hecho de que el Presidente de la República haya hecho uso de una prerrogativa muy especial hurtando la opinión de los grupos políticos en la Asamblea Nacional.
Macrón, puede tener las horas contadas, si la situación sigue por este camino, la conciencia democrática del pueblo francés es muy superior a la que tenemos en España.
Las mociones de censura, dos en concreto ya han sido presentadas, las calles incendiadas y el Presidente Macron, contra las cuerdas.
La caída del actual Gobierno de Micrón, puede dar origen a su dimisión, uno de los personajes del globalismo mundial y de la Agenda 20-30, su caída unida a la victoria del Movimiento Campesino en Holanda, puede ser el inicio de una nueva forma de hacer política que dé respuestas a los anhelos de la población y gobierne pensando en los ciudadanos y no en otros intereses.