Como ayer quedó claro en Portugal, las cosas están cambiando políticamente en Europa.
Una parte, cada vez mayor de la sociedad, se muestra contraria a la gestión de los llamados partidos tradicionales, que en los últimos años, se han dedicado más a realizar ingeniería social, que a preocuparse del bienestar de los ciudadanos.
Normas, leyes, control permanente de la sociedad, gestión dictatorial de la pandemia, leyes climáticas, abandono de las necesidades del sector primario, implantación de las ideologías de genero; han contribuido al hartazgo social de unos dirigentes que nos han dado respuesta a mayoría de estos problemas.
Por ello, ayer en Portugal, se produjo un vuelco electoral, con la victoria por la mínima de la Alianza Democrática con 79 escaños, la derrota del Partido Socialista que estaba en el Gobierno y que ha sufrido una debacle respecto a los resultados anteriores, al quedarse con 77 escaños y la gran remontada de CHEGA el partido de la derecha-derecha, que ha pasado de 12 a 48 escaños y que muestra el cansancio de los votantes de los gobierno anteriores y la falta de una estrategia clara por parte del centro-derecha.
Ya lo avisó la pasada semana en Bucarest, en la Convención del Partido Popular Europeo, Isabel Díaz Ayuso: si no se defienden valores e ideas propias, los ciudadanos dejaran de creer en la formación Popular.
Los partidos de centro derecha en Europa, han sido fundamentales, hasta hace una década, por la defensa de valores e ideas, pero el contagio de la globalización, la aceptación de la Agenda 20-30, les está poniendo en una encrucijada, que está creando a nivel europeo, fuertes tensiones, como se ha visto en la débil elección, con muchas abstenciones y votos en contra de Úrsula Von Der Layen.
Se presentan unas elecciones al Parlamento Europeo, muy interesantes, en las que el socialismo puede sufrir una gran pérdida de votos y en las que la derecha deberá clarificar sus ideas, porque de lo contrario, también puede perder por su derecha muchos votos, sobre todo si no clarifica su posición sobre la Agenda 20-30, todo un reto.