Que unos dirigentes que tienen prohibida la entrada en la UE, entraran en la Embajada de España en Venezuela, para chantajear a Edmundo González, claro ganador de las elecciones, para que a cambio de que este reconociera por escrito que Nicolás Maduro, fue el ganador de las elecciones a cambio de dejarle salir de Venezuela, es una prueba evidente de que el Gobierno de España, ha engañado a los españoles, y además tiene unas relaciones cordiales con un régimen dictatorial, con cientos de personas detenidas y perseguidas y donde se vulneran de manera continua, los derechos humanos más elementales.
El Gobierno de España, se hace así cómplice de una actuación indigna de un país democrático, colaborando de alguna manera con los intereses del régimen opresor.
Ni la Vicepresidenta Delcy Rodríguez, ni su hermano y Presidente de la Asamblea de Venezuela, podían entrar en la Embajada de España, y mucho menos que en territorio español, se colabore con un chantaje a una persona indefensa.
Ya está tardando el Ministro Albares en dimitir, por dos cuestiones fundamentales: el engaño a la opinión pública y el permitir que en territorio español, se pueda “chantajear” por parte de una dictadura sanguinaria, a un ciudadano indefenso.
Es urgente una respuesta contundente de la oposición, ante un escándalo de gran magnitud, que afecta a los derechos humanos.