Mientras de manera casi obscena, el Presidente del Gobierno, disfruta a «todo tren» de sus vacaciones en La Mareta con cargo al dinero de todos los españoles, cada vez somos más pobres los españoles, que perdemos poder adquisitivo a un ritmo que empieza a ser casi insoportable.
La OCU, acaba de publicar unos datos de su Observatorio de Precios, que por si sólo hablan del aumento desorbitado del precio de los alimentos, de tal forma, que muchas familias están empezando a restringir algunos hábitos alimenticios, fundamentales en una alimentación sana.
Así por ejemplo, los precios de las frutas y las verduras, acumulan en los últimos doce meses, una subida del 18 por ciento. En concreto según los datos de la OCU, los limones, han subido un 62 por ciento, un 31 por ciento las cebollas, un 22 por ciento los tomates.
Los productos de carnicería y charcutería han subido también de forma significativa un 10 por ciento y en los alimentos en general, han subido en tres años un 36 por ciento.
La realidad empieza a ser muy dura para las familias, mientras tenemos un Presidente, que se dedica a gastar dinero en vacaciones y a quemar queroseno en sus movimientos, a través del Airbus 310, del Falcon o del helicóptero Puma.
Esto cada vez se parece más a las vacaciones de los antiguos dirigentes de la Unión Soviética, mientras que sus ciudadanos sufrían todo tipo de calamidades, teniendo que compartir cocina y baño en sus viviendas.
No tiene un pase ético ni moral, que como están las cosas, tengamos un Presidente del Gobierno, que haga tanta ostentación y gasto.
Me viene la recuerdo, las vacaciones sencillas de primer Ministro John Major en el pueblo de Candeleda en Ávila, donde paseaba con los vecinos y tomaba una cerveza en el bar del pueblo.
Claro, se nos olvida que el señor Sánchez, por méritos propios se ha ganado la antipatía del pueblo y no puede salir casi a la calle por miedo a que le digan muchos ciudadanos, lo quecpiensan.