Publicaba el digital Vozpopuli, que el gasto en asesores del Gobierno en plena pandemia se ha desbocado.
Según el citado digital, Hacienda tuvo que habilitar una nueva partida de crédito de 5,4 millones de euros para poder pagar el ingente número de asesores contratados directamente, cifra que supera el millar.
Mientras, el Gobierno, nos empieza a preparar para que aceptemos una subida de impuestos de cara a los próximos meses , sin tomar primero ningún decisión de ahorro tan necesaria en una administración cuajada de cargos y burocracia.
El cumplimiento de le ley nos obliga a todos y también es garantía para todos, pero se debiera pensar el grave momento que pasan las empresas en las circunstancias actuales.
Días pasados pude presenciar como se presentaba en un local de hostelería una inspección para conocer los datos laborales de las personas empleadas.
Todo estaba correcto y la inspección finalizó rápido. Sin embargo, la pregunta es si los momentos actuales, son los mejores para este tipo de actuaciones, normales y lógicas en otros momentos, pero que ahora parecen trasladar al menos la sensación de que el “enemigo” es el empresario, y se sospecha de todo lo hace.
A mi también como ciudadano, me gustaría poder inspeccionar a los políticos, si son austeros, si respetan y dicen la verdad a los ciudadanos o nos toman como meros súbditos.
La democracia no puede limitarse a votar cada cuatro años, máxime viendo los continuos incumplimientos de una parte de nuestra clase política.
Somos personas y ciudadanos libres y no meros súbditos.