MARTIRIO

El asesinato de tres personas que se encontraban en el interior del templo de Nuestra Señora de Niza en la capital de las Costa Azul en manos de un islamista radical, es una muestra más de los riesgos que corre la civilización cristiana en la hora actual.

La falsa progresía, no quiere entender en occidente el riesgo que supone para nuestra sociedad en un próximo futuro, si no se pone remedio y contundencia para hacer frente a este fenómeno terrorista, que quiere destruir la libertad y nuestra forma de ser y sentir.

Estos tres mártires de la fe fallecidos en Niza, deben de ser para nosotros un acicate y un ejemplo a seguir, para defender nuestros valores cristianos.

El llamado “buenismo” occidental se ha equivocado, no exigiendo a la personas de diferentes culturas que han llegado a Europa, un respeto escrupuloso a nuestra leyes y forma de vida.

Nadie se entromete en su fe y en su vida, pero deben de ser conscientes que deben de respetar valores y tradiciones de la tierra de acogida.

Es importante para ello, que la educación en los centros escolares forme en valores de nuestra civilización y por supuesto en su defensa.

Sólo desde el respeto mutuo se puede armonizar un sociedad en paz.

La tolerancia deseada, hacia otras culturas y religiones no debe de esta reñida con la exigencia de una reciprocidad clara, máxime en nuestra vieja Europa.