SIN EXPLICACIÓN

La tibieza en la condena del Gobierno de Sánchez ante lo que está ocurriendo en Cuba, no tiene una explicación posible en un país occidental y que debe ser firme defensor de las libertades y derechos, como es España.

Sólo pudiera tener una explicación: el triangulo de Cuba, Venezuela y algunos dirigentes cercanos al gobierno.

Es lastimoso, y deja claro que a Sánchez, le importa un “bledo” la libertad y los derechos humanos, sólo refleja, que es un personaje anacrónico en los tiempos que vivimos.

Sólo desde el resquemor y la existencia de supuestos intereses inexplicables, se puede entender la tibieza de un Gobierno desnortado y fuera de lugar, en una crisis tan grave como la que está pasando el país hermano.

España, no se merece este tipo de personas incapaces de defender los derechos humanos más básicos, pero que protestan porque en Hungría se defienda que la educación sexual de los hijos, es un asunto de los padres.

Es el “progresismo” más “pijo” que ve la paja en ojo ajeno y no ve la viga en el propio.