Vivimos en Europa momentos de desvergüenza política, corrupción y mentira.
Resulta, que según el Centro de Investigación sobre energía y Aire Limpio (CREA), España y la UE, han comprado petróleo y gas a Rusia por importe de 200.000 millones de euros, desde que comenzó el conflicto de Ucrania.
Al mismo tiempo, los dirigentes de la UE, y los países obedientes a Estados Unidos, se enfadan porque el Primer Ministro de Hungría, ha viajado a Ucrania y después a Rusia, buscando acercar posiciones para parar la guerra.
Parece muy sospechoso y grave, que tanto la OTAN como la UE, no hablan de parar la guerra ni de negociar con Rusia, para frenar un conflicto muy grave con miles y miles de muertos y que afecta a la paz y a la estabilidad del viejo continente.
Es curioso, como Úrsula Von der Leyen y sus coros obedientes, tratan de confundir el negociar, con apoyar a Vladimir Putin, es decir, tratan de confundir, para seguir gastando y gastando dinero en armamento y creando dolor y muerte.
Para detener el conflicto, no queda más remedio que dialogar con Putín y parece que a la podrida administración de Biden y a algunos dirigentes europeos, no les gusta y prefieren seguir provocando y facturando en armamento.
El ex Presidente francés Nicolás Sarkozy, ha realizado unas inteligentes declaraciones apoyando Orbán en sus intentos de paz, lo mismo que el ex-Canciller austriaco, Sebastián Kurtz, que «ve los esfuerzos del Primer Ministro de Hungría, como un oportunidad para empezar a ir en la buena dirección»
Los ciudadanos. debemos de ser conscientes de la deriva peligrosa, que obedece a intereses contrarios a la paz y no debiéramos dar crédito siempre, a todo lo que los voceros de la UE, nos quieren hacer creer.
Queremos la paz y no guerra, y todos debemos de ser conscientes de las incoherencias de nuestro dirigentes políticos, que ahora parecen ser belicistas.