Es muy sospechoso, por no decir otras cosa, la forma en que se impide toda opinión científica contraria a las tesis oficial sobre todo lo relativo al COVID-19.
Tanto en la utilización de vitaminas como medida preventiva y proclamada por muchos especialistas a los que se obvia como el tratamiento de vacunas que según un Premio Nobel, nada menos como el Profesor Montagnier, pueden ser causantes indirectas de supuestas variantes cada vez más fuertes.
Se ningunea a Premios Nobel como Michael Levitt, contrario a los confinamientos, se ningunea al Profesor Montagnier, se ningunea a todo especialista o científico que lleve la contraria al relato oficial.
Los que no sabemos nada, debiéramos de al menos preguntarnos porque no se deja expresar libremente opiniones diferentes, en busca de la verdad.
Nadie sabe con certeza de donde ha salido el virus, aunque cada vez más científicos están en la tesis de que es un virus de diseño que se ha escapado de un laboratorio.
Las vacunas dicen que son la panacea y así deseamos que sea, pero ahora ya hablan de nuevas dosis, la tercera, la cuarta y así se fideliza a la humanidad gastando vacunas .
Nuestro sistema inmunológico puede ser sometido a tantas vacunas, que no sabemos el final.
Los ciudadanos de bien no queremos que nos den la razón, sólo queremos saber la verdad a la que tenemos derecho.