Romper la convivencia, tratar de dividir entre buenos españoles y malos españoles, tratar de obligar a que la historia se cuente como interesa de parte, es una irresponsabilidad de gran “calado”, impropio de una democracia.
Muy mal tienen que estar las cosas en el Gobierno y aledaños, para que ante los grandes problemas que tiene España, el Presidente del Gobierno, después de un viaje por Jordania, Arabia Saudí y Qatar, se traslade directamente al Valle de los Caidos, en visita no prevista y se fotografié ante restos mortales, restos óseos, de personas que allí reposan.
Es un acto obsceno, irrespetuoso y que demuestra que el actual Presidente del Gobierno, está instalado en una realidad particular y en el único objetivo de ocupar el poder, que no gobernar, pensando en la convivencia de todos.
Creo, que todo es fruto de una deriva muy peligrosa, de un Ejecutivo, que ha perdido su razón de ser y que sólo tiene como objetivo aguantar como sea y a costa de la división, y la ruptura de la convivencia.
Las víctimas que allí reposan, tienen derecho y dignidad y sobre todo el derecho a no ser utilizadas en beneficio político, que por cierto, creo que pude ser incluso negativo.
Por mucho que se intente obligar a la sociedad a dividirse, a pensar como el Gobierno dicte, no lo va a conseguir, y sólo profundizará en su propio rechazo.
La sociedad, quiere respuestas a muchas actuaciones y responsabilidades del Gobierno, quiere también soluciones a sus problemas de cada día y no políticas divisorias partidistas.